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por
Angielo Martinez {"src_avatar":"https:\/\/cl2.buscafs.com\/www.levelup.com\/public\/uploads\/images\/31066\/31066_64x64.jpg","nickname":"AngieloRko","user_name":"Angielo Martinez","user_link":"\/usuario\/AngieloRko","posts":899,"theme":"default","cover":false,"status":true}Desde que los hermanos Wachowski sorprendieron al mundo en 1999 con Matrix, siempre hay expectativas sobre sus películas y eso ya es parte de su sello característico. Si bien sus creaciones no son para todos los gustos y tampoco han sido los éxitos en taquilla que ellos esperan, se han colocado como referencia de la cultura pop en los últimos años. En esta ocasión, Lana y Andy escriben, producen y dirigen una nueva cinta que trata de llevarnos a un conflicto interplanetario, en la que mezclan humor acción y drama. Lamentablemente, el resultado es una película sin pies ni cabeza, que busca sobrevivir con los característicos sorprendentes efectos especiales, pero termina hundiéndose con malas actuaciones y una historia cuyo desenlace se siente muy apresurado.
La premisa es sencilla, pero cae de inmediato en el cliché: Júpiter Jones (Mila Kunis) es una mujer nacida en una familia pobre, quien busca salir adelante trabajando como conserje. De pronto, se ve envuelta en una guerra entre hermanos que quieren controlar el planeta Tierra porque descubren que ella es la reencarnación de la antigua reina. A partir de esto, contratan al mercenario Caine Wise (Channing Tatum) para que lleve a Júpiter con uno de ellos, pero Caine se enamora de ella y entonces trata de protegerla a toda costa. Aunque la trama tiene mucho más contexto, resulta absurda porque está repleta de personajes e historias que te hacen perder el hilo de lo que está pasando. Digamos que la saturación de elementos y las burdas explicaciones terminan por evidenciar lo poco original de la historia.
La mayoría de los espectadores de una película como ésta, esperan sorprenderse con espectaculares efectos y grandes secuencias de acción. El destino de Júpiter tiene momentos donde los Wachowski muestran que saben lo que hacen y entregan increíbles secuencias, pero la mayoría de las veces notarás el exceso de green screen y CGI, algo que afecta a muchas más producciones desde hace unos años. Es claro que un filme así requiere efectos especiales, el problema es que el uso de sets y escenarios reales queda relegado por completo y el público acostumbrado a los efectos especiales es cada vez más exigente. La estética es buena: construcciones, ropa e incluso las criaturas son muestra de que los Wachowski manejan el Sci-Fi, pero si comparamos el resultado con otras producciones del género ―por ejemplo Guardians of the Galaxy―, El destino de Júpiter luce como la hora amateur de la ciencia ficción.
El destino de Júpiter tiene momentos donde los Wachowski muestran que saben lo que hacen y entregan increíbles secuencias
Las mayoría de las escenas de acción son repetitivas, por ejemplo, mínimo 3 veces vemos a Caine flotar gracias al uso de patines antigravedad para rescatar a Júpiter de una caída mortal, lo que elimina toda emoción y expectativa sobre las siguientes secuencias. Otras donde vemos a Caine y Júpiter en una nave espacial, tratando de escapar de una instalación o sobreviviendo a una explosión, siempre terminan con los protagonistas volando por el aire, lo que impide que la película se desarrolle, caiga desde el segundo acto y nos deje con una historia de amor tonta, muy poco creíble debido a la falta de química entre los actores.
El destino de Júpiter nos decepcionó amargamente y aunque era algo que esperábamos desde que movieron su estreno de verano a febrero, preferimos tener confianza en los Wachowski. ¿Será ésta una cubetada de agua fría para los hermanos? Tal vez ahora los estudios piensen 2 veces antes de soltarles presupuestos estúpidamente grandes para producciones que terminarán siendo un fracaso crítico y de taquilla. Esperemos que en algún momento Lana y Andy regresen a ser aquellos directores que no buscaban hacer obras maestras, sino provocarnos un ¡wow! al salir de la sala de cine.
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