En años recientes, las compañías se han puesto manos a la obra para mejorar la representación en los videojuegos. En un tema muy complejo y lleno de matices, pues claramente hay personas que se oponen a ese tipo de iniciativas. Desafortunadamente, algunos jugadores llevan su desaprobación a niveles desafortunados.
Advierten que devs que impulsan la inclusividad son víctimas de acoso
A través de una publicación en su sitio web oficial, la International Game Developers Association (IGDA), una organización sin fines de lucro que apoya los derechos de las personas que trabajan en el desarrollo y la creación de videojuegos, expresó su temor por el posible auge de campañas de odio en contra de creativos y devs que apoyan la inclusión.
“Estamos profundamente preocupados por el creciente acoso a los desarrolladores históricamente marginados y a quienes promueven iniciativas de diversidad, equidad e inclusión. Estas preocupaciones surgen de campañas de acoso similares a las experimentadas durante el periodo GamerGate a mediados de la década de 2010”, se lee en el comunicado.
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Para aquellos que lo desconozcan, GamerGate fue una campaña de odio que surgió en 2014 y que se organizó en contra de mujeres que trabajaban en la industria del gaming y activistas feministas que apelaban por una mejor representación.
Las víctimas de este movimiento, incluidas la desarrolladora Zoe Quinn y la controversial activista Anita Sarkeesian, recibieron amenazas de muerte y abuso, mensajes discriminatorios y comentarios de odio. Además, fueron blanco de prácticas muy peligrosas, como el doxing.
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Ahora, las personalidades de la industria del gaming temen por el aparente auge de GamerGate 2.0, otra campaña que ataca a los estudios y creativos que, supuestamente, son “progres” o “wokes”. El estudio de consultoría Sweet Baby Inc. está en el centro de esta controversia, pues hay quienes afirman que impone agendas políticas en los juegos y obliga a los desarrolladores a poner “inclusión forzada”.
A inicios de mes, un usuario dijo que, supuestamente, Sweet Baby Inc. obligó a los devs de Alan Wake II a convertir a Saga Anderson en una mujer negra. Kyle Rowley, director del juego, negó esa teoría.
“Durante demasiado tiempo, la misoginia y la intolerancia hacia la diversidad infringieron un daño irreparable a las personas y comunidades del mundo del gaming. La IGDA condena las campañas de acoso que surgieron de GamerGate y no tolera más retórica de odio dentro de nuestra industria”, dijo la organización.
La International Game Developers Association explica que es imperativo que tanto fans como ejecutivos de la industria tomen cartas en el asunto para erradicar el acoso. En su sitio web, publicó un plan de 7 pasos, que incluye medidas como apoyar a las víctimas y abogar por el cambio, en un intento de reducir el impacto de las campañas maliciosas.
“Hacemos un llamado a todos los líderes de los estudios y las empresas de juegos, especialmente aquellas con acceso a más recursos y plataformas influyentes, a unirse en una postura firme contra el acoso y en el compromiso de construir un futuro mejor para la comunidad”, se lee en el texto.
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