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Además de ser un medio de expresión y una forma de entretenimiento, la más popular actualmente, los videojuegos pueden convertirse en herramienta de enseñanza. Si bien los ejemplos en su mayoría provienen de lo que se puede hacer con ellos en apoyo tanto en escuelas como en la academia, hay quienes toman otros caminos para convertirlos en una segunda oportunidad de vida, justo como un proyecto formado y aplicado en Argentina para sus centros penitenciarios.
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Apuestan por el desarrollo de videojuegos en cárceles de Argentina
La cárcel es un lugar terrible en cualquier parte del mundo, pero en América Latina tiene sus particularidades debido a los niveles de criminalidad y corrupción, en algunos casos convirtiéndolas en un verdadero infierno. Pese a esto, hay varios programas que buscan cambiar la realidad, quizá no del centro en su totalidad, pero sí de las personas que ahí cumplen sus condenas. En este caso, el diario El Grito del Sur (vía Tarreo) presentó detalles del proyecto Programa de Promoción del Desarrollo de Videojuegos en Cárceles, esfuerzo multidisciplinario formado por el Ministerio de Cultura, el Ministerio de Justicia, la cooperativa ELBA y la comunidad FUNDAV de Argentina.
A través de este programa, ya aplicado en 2 centros penitenciarios femeniles, se busca que los internos puedan enfocar su energía, atención y perspectiva a futuro en el desarrollo de videojuegos, visto como expresión creativa pero también como producto que conlleva un proceso. El objetivo es brindar una oportunidad de enseñanza y el desarrollo de una profesión que sirva a estas personas para que encuentren un trabajo al salir de la cárcel.
Una vida fuera de la cárcel, quizá trabajando en la industria de los videojuegos
Al respecto. Mishka De Caro, coordinadora del programa, reveló: "trabajamos con la generación de conocimiento colectivo. La intención es que puedan llevar a cabo sus ideas reflejadas en objetos viables que sean de su interés. Aunque no buscamos que sean autorreferenciales, en muchos casos las primeras creaciones lo son y eso está bien. Se trata de formar profesionales y no abandonarlos cuando termina el programa, sino darles herramientas para conseguir trabajo. Por ahora contamos con algunos estudios interesados que podrían contratarlos".
Asimismo, el programa impulsa la idea de que no se trata de una actividad para hacer más llevadero el tiempo en prisión, sino que funciona como un proyecto de vida. De ahí que se insista en la importancia de visualizar un futuro fuera de la cárcel y trabajando en la industria del gaming.
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