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Pese a que la misma Organización Mundial de la Salud reconoció en plena pandemia que los videojuegos era algo positivo para lidiar con el encierro y las restricciones, esta actividad se ha convertido en el enemigo público número 1 de algunos políticos, autoridades y oportunistas. Hoy, el gaming vive su momento de mayor popularidad, pero también es objeto, como desde hace décadas, de estigmas y críticas por el supuesto daño que hace a las personas. Recientemente, la nota la dio un caso en Guatemala que señaló a Free Fire como culpable del sonambulismo de un niño.
Un episodio de sonambulismo desató ola de críticas contra los videojuegos
A través de una publicación en Facebook (vía El Universal) el sitio MegaVision compartió y viralizó un video grabado por una madre de familia que captó a su hijo durante un episodio de sonambulismo en el que parecía que estaba jugando un videojuego. De acuerdo con el contenido del mismo video, el juego en cuestión es Free Fire, Battle Royale de Garena que ha tenido un éxito enorme en América Latina y se ha ganado la preferencia de los jugadores jóvenes, sin embargo, el acto no fue tomado de manera positiva por la madre y mucho menos por la comunidad.
Según el título del mismo video, y los comentarios que llevaron a debate el episodio de sonambulismo, del menor de nombre Daniel, esto es resultado de una "posesión por un espíritu maligno" debido a los elementos "diabólicos" que contiene Free Fire.
Al parecer, tanto la publicación como algunos comentarios omitieron el detalle de que los menores son más susceptibles a estímulos externos y el sonambulismo es común en ellos y por lo general refleja algún tipo de actividad que se lleve a cabo constantemente.
Al mismo tiempo, algunos comentarios fueron más prudentes y señalaron que en dado caso, el único problema que hay es el tiempo de juego excesivo que permiten los padres, quienes deberían ser la primera línea de supervisión y orden de las actividades que realizan los hijos.
Lamentablemente, la percepción de los videojuegos como algo dañino sigue presente y para muestra están los constantes señalamientos del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien volvió a condenar que los jóvenes "estén sometidos al Nintendo", aunque no aportó datos necesarios ni relaciones confirmadas vía estudio científico que demuestre que hay un problema de ese tipo en un porcentaje de la niñez mexicana.
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