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Dicen por ahí que no hay mal que dure 100 años y toda situación de conflicto es una bomba en espera de explotar. En el caso de Activision Blizzard y sus trabajadores, lo sucedido en semanas recientes ha abierto una auténtica cloaca que da cuenta sobre el terrible ambiente laboral y los casos de acoso y violencia que tuvieron lugar en sus oficinas y eventos. En marco del escándalo y la polémica, se reveló un nuevo reporte con testimonios de más de 50 trabajadores, quienes revelaron nuevos detalles sobre lo que sucedía en Blizzard y señalaron que los directivos tenían conocimiento.
Devs y directivos de Blizzard se sentían estrellas de rock
La polémica no ha terminado en Activision Blizzard y conforme pasa el tiempo, son más los trabajadores que se animan a contar lo que pasó en el interior de la compañía y las situaciones de las que fueron víctimas o testigos. En ese sentido, un reporte de Jason Schreier, periodista de Bloomberg, recopiló testimonios en los que se da cuenta de las problemáticas que hoy tienen a Activision Blizzard contra las cuerdas. Esta vez, la atención está en Blizzard, cuyo ascenso al estreklato de los videojuegos parece haber nublado la mente de sus grandes desarrolladores y directivos, como lo señaló Christina Mikkonen: "es absolutamente una mentalidad de estrella de rock, y tocó casi todos los aspectos de la cultura de Blizzard. Estos desarrolladores eran intocables. No solo podían decirte cómo hacer tu trabajo, sino que tenían tanto poder que podían hacer lo que quisieran junto con sus otros amigos poderosos".
De acuerdo con el reporte, el consumo de alcohol y el comportamiento machista y hostil contra las mujeres fue creciendo acorde con el éxito de Blizzard y algunos trabajadores tomaron como ejemplo las acciones de sus fundadores y directivos. En ese sentido, la información señala las relaciones de Mike Morhaime con una directora comercial de Blizzard, con quien se casó en 2010; la relación que inició Frank Pearce con una representante de servicio al cliente y la que inició J. Allen Brack con otra trabajadora de menor nivel, las cuales fueron tomadas por desarrolladores y directivos como justificación para acosar a las trabajadoras, algo que se normalizó como lo señaló Cher Scarlett: "ni siquiera se me ocurrió que debería denunciar este comportamiento, porque en mi mente era normal y estaba protegido aquí".
Los eventos de Blizzard era el espacio en que se desbordaban los egos y el acoso
Por otra parte, los testimonios de los trabajadores destacaron las desigualdades salariales en Blizzard y el mayor número de contrataciones de hombres respecto a mujeres, lo cual puso en desventaja a las empleadas quienes debía aguantar acoso, violencia e injusticias a nivel laboral y salarial. Entre mayor era el éxito, más se desbordaban los egos y la situación no cambiaba en los eventos como BlizzCon, donde se formó una subcultura de groupies al estilo de las bandas de rock que hizo pensar a los desarrolladores y directivos de alto nivel que así tenían que ser también las cosas e el entorno laboral.
Finalmente, los testimonios refieren que cabezas de Blizzard como Mike Morhaime, quien recientemente condenó lo sucedido, tenían conocimiento de lo que pasaba en la compañía contra las trabajadoras y poco o nada hicieron para remediar la situación.
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