Desde hace tiempo las finanzas de GameStop no han entregado sino malos resultados y es claro que la cadena se acercó a una situación en la que tiene que decidir si cambiar o desaparecer. Lamentablemente, el modelo de negocios de la compañía ha enfrentado el rápido ascenso de las ventas en formato digital y también se ha visto atravesado por la etapa final del ciclo de PS4 y Xbox One. Precisamente, este último punto es considerado como el causante de la reciente debacle financiera.
Luego de presentar su reporte financiero correspondiente con el tercer trimestre del año fiscal, que provocó una caída en las acciones de 15%, George Sherman, director general de GameStop, señaló ante inversionistas que los negocios de la cadena se han visto afectados por la caída en la ventas de consolas en la previa al debut de sistemas de nueva generación. En ese sentido, el directivo repartió responsabilidades: "esto no es únicamente un problema de GameStop. Este es un problema de consolas, y las consolas son el punto de activación de nuestra industria. Con la novena generación en el horizonte, los lanzamientos pensados para fines de 2020 están presionando a la generación actual y los juegos relacionados, mientras los consumidores esperan que las nuevas tecnologías y los editores presenten sus planes de entrega de software".
Posteriormente, Sherman pidió a los inversionistas que para los próximos trimestres no se enfoquen en los resultados que GameStop entregue en cuanto a ventas de hardware y software pues, según su perspectiva, no reflejarán el panorama completo de los negocios de la cadena, algo que sí se encontrará al analizar la generación de flujos de efectivo, administración de inventario y administración de gastos.
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