Si se pensaba que la polémica de las cajas de botín y microtransacciones terminaría con una modificación de los sistemas de cada juego y algunos cambios en los modelos de monetización, fue un error, pues gracias al escándalo las compañías llamaron la atención de autoridades nacionales que ya están tomando cartas en el asunto. Hoy, Valve informó que desactivó el intercambio de ítems y las transferencias de Steam Marketplace de DOTA 2 y Counter-Strike: Global Offensive en Holanda como medida precautoria ante la Autoridad de Juego de esa región.
Luego de enviar una notificación en mayo pasado a distintas compañías, la Autoridad de Juego de Holanda informó que a partir del 20 de junio comenzaría con un proceso de revisión de los sistemas de cajas de botín y microtransacciones de algunos juegos para determinar si se habían adecuado al marco legal en cuanto a su definición como actividades relacionadas con apuestas. Según información de GamesIndustry.biz, la autoridad holandesa informó a Valve que CS:GO y DOTA 2 contenían sistemas de cajas de botín que violaban el marco legal vigente y debían realizar las modificaciones pertinentes antes del 20 de junio.
Hoy, el plazo se cumplió y Valve decidió suspender indefinidamente los entornos virtuales de intercambio de ambos juegos argumentando que es la única solución que pueden aplicar de momento pues no han entendido lo que la Autoridad de Juego de Holanda quiere hacer y hasta que no se llegue a un acuerdo se ofrecerá una solución para los usuarios. Específicamente, la ley en la región considera que las cajas de botín violan el marco legal si lo que se obtiene a través de ellas es transferible, o sea que puede ser intercambiado o vendido, situación contraria si lo obtenido permanece con el usuario y no puede ser transferido de alguna forma.
Así pues, todo indica que algunos países de Europa han sido los primeros en atender la situación de las cajas de botín y microtransacciones en los videojuegos, buscando definir su situación legal y adecuarla a las leyes de cada nación. Ejemplo de lo anterior puede encontrarse en Bélgica, que en abril pasado determinó que las cajas de botín sí son apuestas.
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