De acuerdo con un reciente estudio hecho por la Universidad de Oxford, los niños y adolescentes que juegan videojuegos una hora diaria (o menos) durante días de escuela, se ajustan mejor a su entorno, tienen menos problemas de comportamiento y simpatizan más con sus compañeros.
Dichos resultados se obtuvieron después de que el doctor Andrew Przybylski y su equipo entrevistaron a 5000 candidatos de entre 10 y 15 años, de los cuales 75% aseguró que jugaba todos los días. Las preguntas que se les formularon tenían como objetivo medir qué tan bien se llevan con otros individuos de la misma edad, la probabilidad de que ayuden a personas y cómo se sienten en general con la vida que llevan. En comparación con otros grupos, aquellos que dijeron jugar menos de una hora diaria, resultaron ser más propensos a reportar más satisfacción y sufrir menos de problemas emocionales e hiperactividad.
Przybylski dijo que espera que estos resultados consuelen a aquellos padres que piensan que jugar videojuegos es una actividad dañina para sus hijos, aunque también tiene esperanza de que futuros análisis se enfoquen más en otros aspectos, incluidas las motivaciones de los niños para jugar.
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