A un año de la demanda interpuesta en agravio de Gearbox Software y SEGA por el fraude que fue Aliens: Colonial Marines, la primera compañía alegó que la segunda fue la culpable del engaño, pues SEGA se hizo cargo de la mercadotecnia, mientras que Gearbox, como casa desarrolladora, hizo el juego ajustándose a las exigencias de la distribuidora japonesa.
"Gearbox nunca tuvo lugar en esta demanda. Gearbox es un desarrollador de software. No era ni distribuidor ni vendedor del juego en cuestión. Por más de un año, Gearbox ha escuchado los reclamos de los demandantes para que SEGA, la distribuidora del juego y la parte responsable por el marketing y venta del juego, pudiera asumir la defensa de esta demanda. Gearbox ha honrado la petición de la distribuidora a pesar de las quejas tan publicitadas y mal orientadas contra Gearbox. En este punto, Gearbox se ve obligado a perseguir su derecho de salida del caso.", comentó la casa desarrolladora.
Asimismo, Gearbox negó haber creado un motor gráfico especial para las demostraciones previas del juego, y también de haber desviado recursos de desarrollo para otros proyectos; de hecho, la empresa sostiene que usó dinero propio para apuntalar la creación de Aliens: Colonial Marines. Por si no bastara con eso, Gearbox contrató a un detective privado para dar con uno de los demandantes, Damion Perrine, quien no se había reportado, y dio con que el quejoso estaba en prisión. Por tal razón, pide a la corte que su demanda sea desechada, lo que dejaría solamente a John Locke como único agraviado.
La demanda colectiva alega que tango SEGA como Gearbox engañaron a los consumidores en demostraciones previas de Aliens: Colonial Marines que elevaban la expectativa del juego, pero que no eran consistentes con la calidad final del producto.
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