El martes 13 de mayo de 2014, Microsoft anunció que a partir del 9 de junio comenzaría a vender el Xbox One separado de su periférico Kinect. Sin embargo, surgieron dudas respecto a qué sucedería con éste ahora que no se vende con la consola, aspectos que Phil Spencer, director de Xbox, aclaró recientemente.
Un juego de Kinect depende de la base de usuarios del Xbox One., comentó el directivo en entrevista con el portal GamesIndustry. Como cabeza de Xbox, necesito asegurarme de que tenemos una plataforma y un producto que millones de consumidores amarán, y requiero mantenerme enfocado en eso.
Asimismo, Spencer aseguró que millones de personas usan el Kinect y que más de mil millones de comandos han sido empleados en los dispositivos hasta la fecha. De acuerdo con él, los consumidores aman el dispositivo; aman la experiencia. Lo comprarán. Lo comprarán ya sea junto con la consola o después de comprar su consola de $399 USD; lo añadirán después. Y nos aseguraremos de que continúe siendo una experiencia genial.
A principios de mes, el vicepresidente de mercadotecnia de la cadena de tiendas GameStop, Bob Puzon, aseguró que el Xbox One sin Kinect volaba de los anaqueles. Lo consideró una enorme victoria tanto para su compañía como para Microsoft y aseguró que es una gran oportunidad para el crecimiento de ambas.
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