Luego de numerosas declaraciones, en apariencia contradictorias, Microsoft finalmente confirmó que los desarrolladores podrán disponer de 10% de poder adicional, cortesía del procesador gráfico del Xbox One, al retirar las funciones de reconocimiento facial y registro esquelético correspondientes a Kinect. Recordemos que a partir del 9 de junio de 2014 los consumidores pueden adquirir un paquete de la consola libre de dicho aditamento; sin embargo, los recursos empleados por los comandos de voz permanecerán inamovibles.
"Hoy, si un título usa el kit de desarrollo de junio y opta por aprovechar más poder de cómputo del GPU, los comandos de voz dentro del juego seguirán funcionado así como comandos de voz globales, tales como 'Xbox, graba eso' o 'Xbox, go home.'", explicó un portavoz de Microsoft. "La función de detección esquelética como modo de acceso biométrico, asociación de jugador con control y otras funciones de registro no funcionarán si un título decide utilizar el procesamiento GPU adicional.", añadió.
Lo anterior tiene cierta lógica cuando consideramos que dichas funciones van de la mano de la estructura central de la interfaz básica del Xbox One, pero nos preguntamos cuántas personas realmente las usan y si también pueden sacrificarse. Dicho lo anterior, habrá qué ver qué pueden hacer los diseñadores con 10% extra de poder.
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