Uno de los grandes mitos de la historia de los videojuegos por fin demostró ser verdad. Tras una ardua jornada de excavación en las arenas del desierto de Alamogordo, Nuevo México, el equipo del documental a cargo del director Zak Penn desenterró el Santo Grial de los malos videojuegos: E.T. the Extra-Terrestrial de Atari, el título de 1982 que llevó a la quiebra a toda una industria.
Como nuestros lectores saben, Xbox Entertainment Studios está desarrollando contenido para la oferta televisiva de Xbox One, entre los que se encuentra un documental sobre el infame videojuego que desencadenó el crash de 1983. La compañía invitó a todo aquel interesado a visitar la excavación que comenzó la mañana de este 26 de abril de 2014 y más de 200 personas se congregaron para el acontecimiento, aunque el inclemente Sol y las molestas polvaredas provocaron que sólo unos cuantos pudieran quedarse hasta el momento cúspide: el encuentro con un cartucho de E. T., probablemente el peor juego de la historia.
E. T. es, quizá, el caso más infame en una industria no muy destacada por sus adaptaciones de licencias. Debido al apresuramiento del contrato entre Steven Spielberg y Atari, el juego sólo contó con 6 semanas para su desarrollo, pues debía estar listo para la Navidad de 1982. Originalmente concebido como un título en la línea de los laberintos y persecución como Pac-Man, desarrollado nada menos que por Howard Scott Warshaw, responsable de obras maestras de Atari como Yars Revenge y Raiders of the Lost Arc. A pesar de su talento, el tiempo no fue suficiente, y el resultado es uno de los más disfuncionales, confusos y pobres títulos jamás creados, el cual tuvo la desgracia de ser sobreproducido por Atari, que esperaba que fuera un éxito arrasador debido a la manía por el filme de Spielberg.
El exceso de oferta generado por Atari, que llegó a sobrepasar el número de consolas existentes, fue un factor clave en la caída de la compañía y la crisis de 1983 en la industria, que llegó a hacer creer que el medio había llegado a su fin. Para deshacerse de su inventario, Atari cerró un trato con las autoridades de Alamogordo, Nuevo México, para enterrar los cartuchos en el desierto, práctica de dudosa legalidad que provocó que durante años el gobierno de dicha ciudad negara que los cartuchos sobrantes se encontraran allí. Atari niega hasta hoy, tener conocimiento sobre el tema, aunque la compañía hoy no tiene casi nada que ver con su versión original. El documental preparado por Microsoft estará disponible más adelante este año; por su parte, el director del filme, Zak Penn, expresó su alivio y agradeció al equipo de excavación y a las autoridades de Nuevo México por su cooperación en el rodaje.
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