Respawn Entertainment confirmó hoy, 10 de marzo, que la versión final de Titanfall para Xbox One correrá a 792p, la misma resolución que tuvo el juego en su fase Beta el mes pasado. El ingeniero Richard Baker comentó que el estudio seguirá probando con diferentes maneras de mejorar el rendimiento visual, después de que el título salga a la venta mañana.
"Hemos estado experimentando en hacerla más alta y más baja. Uno de los grandes trucos implica cuánto ESRAM vamos a usar, por lo que estamos pensando en no utilizar hardware MSAA [multisample anti-aliasing] y en su lugar usar FXAA [fast approximate anti-aliasing] para no tener ese renderizado tan grande como objetivo.", afirmó Baker.
"Vamos a experimentar. El objetivo es 1080p sin antialiasing o 900p con FXAA. Estamos intentando optimizar, no queremos renunciar a un aumento de resolución. Por el momento no estamos 100 por ciento felices con ninguna de las opciones, aún estamos trabajando en ello. Para el día 1 no habrá cambios, pero nos hemos propuesto aumentar la resolución después del lanzamiento", añadió.
Baker también explicó que gran parte del rendimiento de Titanfall reside en el lado del GPU e hizo notar que aún hay espacio para optimizarlo. Además, un incremento de la resolución no es lo único que Respawn está intentando conseguir, ya que también se está planteando incrementar la tasa de cuadros por segundo para garantizar partidas online fluidas.
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