Como algunos de nuestros lectores sabrán, hoy se celebra el 20 aniversario de Doom, el juego que consolidó las mecánicas del FPS temprano de computadora y revolucionó completamente la industria, lanzando al id Software al estrellato y creando prácticamente toda la cultura del PC gaming contemporáneo. En ocasión del aniversario de un hito del gaming, John Carmack aseguró que el FPS sigue siendo rey y que, aunque quizá no siempre sea el género dominante, es una realidad que durará mientras dure la industria.
Carmack, el famoso prodigio de la programación y la tecnología que comenzó como aficionado a la construcción de cohetes, declaró que el first person shooter será una fuerza guía de la industria durante toda su existencia. Asimismo, comentó que durante un momento creyó que la perspectiva de tercera persona iba a dominar, pero que ahora los FPS están en la cima, lo cual le alegra ya que la cámara de primera persona da más libertad al usuario.
El desarrollador señaló que a pesar de ser un innovador tecnológico en la industria, considera que es el contenido y el diseño lo que realmente constituye la problemática central, mientras que los hitos tecnológicos siguen justamente a dicha directriz. Un ejemplo de ello para él es Doom que, a pesar de tener importantes aportaciones tecnológicas como el uso de archivos .WAD, representa esencialmente una evolución de diseño hacia un mayor dinamismo y sofisticación.
De igual manera, Carmack habló sobre la disputa en torno al carácter abierto de los productos de id Software. La decisión a favor de una comunidad de usuarios con acceso libre a la creación de niveles fue difícil en especial porque despojó a la compañía de ciertas oportunidades financieras, pero el diseñador admitió que es justamente el carácter abierto y la habilidad para llegar al centro de los productos lo que caracteriza al público de PC y le da su verdadero significado.
Carmack también habló de cómo se divirtió al utilizar una imaginería satanista y contracultural en Doom. La irrupción de la estética del Heavy Metal en el panorama de los videojuegos atrajo gran polémica al convertirse en el centro de una subcultura controversial de gamers hardcore, la cual fue utilizada como chivo expiatorio para eventos violentos como la masacre de Columbine. Al respecto, Carmack aseguró que el amor por el gore y la violencia están en una parte de la naturaleza humana, pero que esto no es malo.
Por otro lado, el legendario desarrollador e innovador tecnológico sostiene que sigue a favor de estar en la punta de lanza a pesar de que los saltos gráficos son cada vez menores. En cierto modo, ponderó que el salto a Wolfenstein o Doom no fue un verdadero salto al 3D, pero dio pie a muchas de las soluciones de diseño que el gaming tridimensional implementó a lo largo de los años.
Finalmente, Carmack habló sobre la tremenda influencia de Doom en todas las plataformas, aunque no tiene planeado llevarlo a Oculus Rift. En cuanto a Doom 4, mencionó que no puede compartir muchos detalles pero considera que la principal cuestión es cuál es la esencia de Doom; una pregunta que todavía no tiene una respuesta clara entre sus desarrolladores. Carmack terminó diciendo que ya no cree en la filosofía de "saldrá cuando esté totalmente terminado", pues los tiempos del público son importantes.
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