Sony redujo sus previsiones de ganancias 40% este año después de que reportara pérdidas netas por $196 MDD en el primer trimestre debido a dificultades en sus divisiones de películas, música y fabricación de televisores; sin embargo, los ingresos de la compañía subieron 11%. La división de PlayStation también reportó pérdidas operativas de $8 MDD.
La empresa sufrió especialmente en el sector de cine, en el que el fracaso de cintas, como White House Down, marcó una mala temporada para Sony. Asimismo, el negocio de televisores sufrió por la competencia de Samsung y la desaceleración de la demanda de nuevos aparatos; mientras que la venta de smarthphones está muy por detrás de Apple.
Sin duda, el próximo lanzamiento del PS4 será crucial para Sony, que sufre diversos problemas en casi todas sus divisiones (salvo la de servicios financieros). Los malos tiempos por los que atraviesa la compañía pueden dar más y más fuerza a los alegatos de Daniel Loeb, famoso inversionista que pide la subdivisión del titán en unidades económicamente más funcionales. Al menos en lo que respecta a películas, el negocio más dañado esta vez, las predicciones de Loeb se mostraron certeras.
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