Seijiro Tomita patentó un método para desarrollar imágenes en 3D sin la necesidad de lentes especiales. Por tal razón, el exinventor de Sony demandó a Nintendo por los daños ocasionados debido al 3DS, portátil que también tiene esa capacidad y que supuestamente violó su patente. La cifra original que pedía Tomita era de $9.80 USD por cada 3DS vendido.
Como resultado de la demanda Nintendo deberá pagar al inventor $15.1 millones de dólares. Sin embargo, esta cantidad representa la mitad de lo que le había sido otorgado al demandante cuando ganó la demanda en marzo. El juez federal señaló que la cifra inicial de $30 millones de dólares era "excesiva y no estaba soportada por la evidencia presentada en el juicio." También señaló que el 3DS no es una consola que genere ganancias y que la mayoría de los títulos de la portátil no utilizan la patente de Tomita, quien puede aceptar la cantidad otorgada o apelar la decisión y arriesgarse a perderlo todo en busca de un nuevo juicio.
Por su parte, Charlie Scibetta, director senior de comunicaciones corporativas de Nintendo, señaló que apelarán el veredicto del juez. El punto principal de la demanda es que Tomita tuvo una junta para mostrar su prototipo a varios oficiales de Nintendo en 2003, quienes tiempo después contribuyeron a la creación del 3DS supuestamente con ayuda de lo que habían visto.
Sin embargo, Nintendo alega que el 3DS no emplea ningún aspecto crucial de la patente de Tomita y que la junta que sostuvo con el acusante fue solo una de muchas con gente que vendía la tecnología 3D. Todavía no hay una fecha específica para que la compañía japonesa presente sus apelaciones tanto al primer veredicto como a la reducción del pago que dictaminó el juez.
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