Medios sudamericanos encontraron un lazo forzado entre un escalofriante crimen acontecido en São Paulo, Brasil, durante el fin de semana y uno de los protagonistas de la serie de videojuegos Assassin's Creed.
Las investigaciones apuntan a que la madrugada del lunes, Eduardo Bovo Pesseghini, de 13 años, mató a sus padres quienes eran policías, a su abuela y a su tía abuela con una pistola calibre .40, posiblemente propiedad del papá. Después acudió a la escuela y al regresar a su casa, se quitó la vida con la misma arma. Cabe acotar que el menor también estaba en posesión de un revólver calibre .32.
"El adolescente asistió a su colegio privado, y al regreso fue llevado hasta su casa en coche por el padre de un compañero, a quien pidió que no tocara la bocina frente a la casa para no despertar a su padre, que estaba durmiendo. Luego, se suicidó.", explicó el policía a cargo de las investigaciones.
Las autoridades están considerando otras líneas de investigación, pero fueron incapaces de encontrar señales de entrada forzada al domicilio de las víctimas y determinaron que Eduardo Bovo Pesseghini murió de un disparo en la sien izquierda. Bovo Pesseghini era zurdo, lo que, de acuerdo con los medios de información, refuerza la hipótesis de que se quitó la vida.
No hace falta conocer mucho más sobre el caso para intuir que éste no era un niño como los demás y es importante que las autoridades recaben más información sobre su condición psicológica y su dinámica familiar; sin embargo, algunos medios hacen hincapié en el hecho de que el chico tenía la imagen de uno de los protagonistas de Assassin's Creed en su perfil de Facebook (se desconoce cuál).
Es la segunda vez que los videojuegos salen a relucir en un caso de asesinato durante el último mes. Hace algunas semanas dimos a conocer el caso de Andreu Coll Tur, un joven español de 18 años, quien ultimó a su padre usando un palo con clavos, supuestamente inspirado por el juego, Dead Rising 2.
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