Sony reportó pérdidas generales como parte de su más reciente informe trimestral financiero. La recaudación creció sólo 1.4%, mientras que las utilidades cayeron a $79 millones de dólares, lo que representa una baja de 77% si se les compara con las del mismo trimestre de 2011.
La división de videojuegos, antes una de las pocas en estado saludable de la compañía, también se vio arrastrada por la mala racha, reportando una pérdida de $45 millones de dólares, cuando en 2011 hubo ganancias. La venta de PS2 y PS3 cayó de 3.2 millones a 2.8 millones este año, mientras que la de juegos para dichas consolas también se contrajo de 27.6 millones en 2011 a 20.1 millones durante el pasado trimestre.
Lo más preocupante vino en el renglón portátil. Durante el primer trimestre fiscal del año pasado, el PSP sólo movió 1.8 millones de dispositivos, y este año, entre PSP y Vita no alcanzaron ni 1.5 millones. Y lo mismo aplica al software, donde el PSP despachó 6.6 millones de juegos en 2011, y ahora la cifra fue de sólo 5.8 millones entre PSP y Vita. Todo esto sin mencionar lo sospechoso que resulta el hecho de que Sony aglomere sus estadísticas por parejas. Qué tan mal podrán estar las cosas, que ni sumando los números de sus dos consolas de sobremesa y portátiles dan para empatar los números de periodos anteriores.
Sin embargo y como informamos hace algunos momentos, Sony conserva una visión optimista de las cosas. Aunque reconoce que la falta de juegos llamativos es la que le está pasando factura, confía en revertir esta negativa tendencia con la llegada de nuevos productos que mejoren la reputación de Vita en los próximos meses.
Lo cierto es que, en general, la situación no es favorable. No hay que olvidar que Sony viene arrastrando una grave crisis en todos sus departamentos y se esperaba que Vita fuera el catalizador de un cambio radical para la compañía, mismo que no se está dando. Ya veremos qué se le ocurre a Kaz Hirai, presidente de Sony, quien seguirá remando a contracorriente.
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