David Vonderhaar, director de diseño en Treyarch, recibió amenazas de muerte debido a que decidió ajustar el poder de 3 armas en la versión para PC de Call of Duty: Black Ops II.
Aparentemente, bajar el daño que causa la AN-94 y reducir la cadencia de fuego de la DSR 50 y la Ballista fueron razones suficientes para que algunos fans del juego inundaran sus cuenta de Twitter con comentarios tan insultantes que es mejor no mencionar en la nota.
En respuesta a los tweets ofensivos que recibió, Vonderhaar escribió que no está seguro de que las fracciones de segundo que redujo en el armamento valgan las amenazas enviadas: Las armas tienen bandas de potencia y curvas de aprendizaje; con el tiempo, ambos cambian. Cuando una sube, el otro también lo hace., declaró el diseñador al justificar la razón de los cambios después de tantos meses de la salida de Black Ops II.
Ante la situación, Dan Amrich, quien controla los blogs oficiales de Activision, mencionó que ese tipo de cosas siempre suceden con cada juego de Call of Duty al que le hacen cambios años después de su salida: Que las estadísticas de las armas sean ajustadas no debería ser una sorpresa para nadie en este momento.
Amrich comentó que Vonderhaar recibe muy a menudo comentarios como que debería morir en un incendio o suicidarse. Otros simplemente lo llaman un horrible ser humano. Si alguna persona cree por un segundo que eso está bien, no es así. Si disfrutan sus juegos, tengan un poco de respeto por las personas que los hacen y dejen de amenazarlos con hacerles daño físico cada vez que hacen su trabajo., concluyó.
Situaciones como la que sufrió Vonderhaar la comparten decenas de desarrolladores en otros estudios. Algunos incluso se ven en la necesidad de tomar medidas preventivas. Robotoki, por ejemplo, tiene en sus instalaciones un botón de pánico en caso de una amenaza armada proveniente de consumidores enardecidos y, claramente, poco cuerdos.
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