De acuerdo con un estudio conducido por la Universidad de Connecticut y publicado en el diario Mass Communication and Society, los juegos en los que se coloca al jugador contra personajes con aspecto humano o humanoide pueden ser más propensos a provocar palabras y pensamientos agresivos que títulos en donde los enemigos son criaturas monstruosas.
El estudio "La percepción de la apariencia humana en los videojuegos: hacia un entendimiento de los efectos de la percepción de las características del juego por parte del jugador", utilizó un grupo de 148 participantes a quienes se les hizo jugar Quake 3 Revolution, en donde se puede combatir contra oponentes humanos, humanoides y personajes completamente alejados de toda imagen humana.
[p]Los directores del estudio, Kirstie Farrar, Rory McGloin, Wake Forest y Marina Krcmar, utilizaron diferentes pruebas para medir los niveles de agresión física, verbal y cognitiva de los jugadores.
"Mientras más humano se percibió al oponente, los jugadores fueron más agresivos y usaron palabras más violentas. A pesar de que se predijo que mientras menos humano fuera el objetivo, más agresividad recibiría, los jugadores parecieron más agresivos al percibir blancos más humanos", concluyó el estudio.
Al respecto, la directora principal del estudio, Kirstie Farrar, comentó que estos resultados podrían generar gran debate y dar pie a polémica, a medida que los juegos se vuelven más sofisticados e inmersivos. "Muchos juegos son increíblemente fáciles de personalizar; por ejemplo, puedo subir fotos mías o fotos de alguien que no me guste a un juego", dijo Farrar. "El estudio muestra claramente que, junto con otros factores de riesgo, la exposición a juegos violentos puede conducir a la agresión y a otros efectos potencialmente dañinos."
Por otro lado, el estudio también encontró que la agresión física no sufre un cambio significativo cuando se trata de personajes humanoides. Al respecto, Rory McGloin comentó: "Hay obvias consecuencias para la violencia física, pero somos una sociedad mucho más tolerante con respecto a los pensamientos agresivos, mientras no lleven a un comportamiento agresivo."
Farrar y Mcgloin tienen contemplado contiinuar sus estudios sobre violencia y videojuegos, por ejemplo están interesados en estudiar qué sucede si a los jugadores se les proporcionan controles estilizados como armas realistas o cómo reaccionan los usuarios a la violencia en los juegos; sin embargo, estiman que se debe ser prudente con los temas, pues nada es claro u oscuro y existen muchos matices.
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