Aunque 3.4 millones de unidades vendidas de parte de Tomb Raider durante su primer mes de disponibilidad puede parecer una cifra respetable, Square Enix anticipaba mover al menos entre 5 y 6 millones de copias, y eso alcanzando sólo 80% o 90% del potencial comercial del título. Esa es una de las razones por las cuales el año fiscal de Square Enix fue tan negativo.
Y es que Tomb Raider no fue el único fracaso. Sleeping Dogs lleva 1.75 millones de unidades vendidas, cuando la compañía anticipaba entre 2 millones y 2.5 millones, mientras que Hitman: Absolution acumula 3.6 millones de las 5 millones de unidades que Square Enix había considerado.
Todo esto condujo a pérdidas por alrededor de $140 MDD y a una costosa reestructuración que empezó por la renuncia del director general de la distribuidora, Yoichi Wada. Una pena cuando recordamos que todos esos fueron buenos juegos.
Estuvimos muy decepcionados de ver que las altas calificaciones no se tradujeron en rendimiento de ventas real, y es ahí donde vemos la discrepancia entre pérdidas o ganancias operativas comparadas con las proyecciones, señaló la compañía.
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