Tal como dimos a conocer hoy por la mañana, México se suscribió ayer al polémico tratado de protección a la propiedad intelectual, ACTA, a través de su embajador en Japón país depositario del pacto, pasando así por encima del Senado de la República, orden de gobierno que ya había publicado una recomendación en contra desde septiembre del año pasado, razón por la cual no se ha hecho esperar el reclamo de parte de la Cámara Alta.
Fueron principalmente miembros de la bancada del PRD quienes manifestaron su indignación por lo que consideraron como un acto cobarde, irresponsable e incompatible con los intereses de la nación, guiado por la voluntad de una cúpula de poder que pretende limitar el libre acceso a la información.
Fue un cálculo estrictamente político electoral. Calderón ya había tomado la decisión de suscribir ACTA desde hace varias semanas, pero actuó con cobardía, con cálculo electoral y de manera mentirosa frente al País, señaló el vicecoordinador de los senadores del PRD, Carlos Sotelo, implicando que se esperó deliberadamente a que pasaran las elecciones federales para firmar el acuerdo, mismo que teóricamente le servirá a la próxima administración como arma de negociación.
Pero no sólo los senadores reprobaron esta decisión unilateral del gobierno. Rodrigo Pérez-Alonso, presidente de la Comisión Especial de Acceso Digital de la Cámara de Diputados y miembro del Partido Verde Ecologista de México, también la condenó y además criticó la postura del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, cuyos argumentos a favor de ACTA calificó de engañosos. Cabe recordar que el comunicado emitido por el IMPI asegura que la firma de dicho acuerdo no atropellará las garantías individuales, cuando en realidad entorpece el libre intercambio de información a través de Internet y propone herramientas coercitivas contra los usuarios, subrayó Pérez-Alonso.
Ante este escenario, el perredista Francisco Javier Castellón advirtió que habrá de ratificarse de inmediato el dictamen opositor emitido hace nueve meses, pero también adelantó que se celebrarán reuniones con los próximos senadores del Partido de la Revolución Democrática para que refrenden su postura en contra.
De momento, ACTA cuenta con el respaldo de nueve países, incluido México. La Unión Europea también se suscribió al tratado, pero apenas la semana pasada el Parlamento de dicho bloque la rechazó categóricamente, despojándola así de validez jurídica en cualquiera de los estados miembros.
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