Como parte de un reciente encuentro con inversionistas, el presidente de Nintendo, Satoru Iwata, garantiza que la diferencia gráfica entre Wii U y las consolas de próxima generación que presenten Sony y Microsoft, será mínima, y en todo caso, dado que muchos consumidores son muy sensibles a las diferencias visuales, se trabajará para optimizar el desarrollo de Wii U con tal de mantenerlo vigente tanto como sea posible.
El máximo representante de la Gran N explica que l hecho de que otras compañías puedan lanzar tecnología con más poder no significa que el Wii U tendrá mayor rezago, en especial no tan grande como el que se dio entre Wii y Xbox 360 o PlayStation 3, en particular porque la reducción de costos atañe a toda la industria, pero también porque cada vez hay menos puntos de distinción gráfica. Iwata admite que Nintendo tuvo que que reducir costos, porque el Wii U se compone esencialmente de dos piezas de equipo, un GamePad y la consola. Si no éramos cuidadosos del lujo en sus componentes, podíamos terminar ofreciendo un precio pertinente a dos sistemas combinados, lo que no sería aceptable por los consumidores. Tuvimos que diseñar Wii U considerando balance entre desempeño y costo, dice el directivo.
Pese a la garantía de los directivos de Nintendo, las capacidades específicas del Wii U siguen en el aire, causando cierta dosis de incertidumbre en inversionistas, la audiencia y hasta competidores. Es desconcertante que a pocos meses del lanzamiento de su novel consola, en gigante de Kioto mantenga su política de hermetismo, cuando la publicación de dichas capacidades técnicas no debería suponer mayor riesgo, en todo caso, contribuiría a mejorar su imagen y aumentar el potencial de venta. Es difícil pronosticar la estrategia de Nintendo a futuro, pero algo es cierto, su pensamiento actual dicta que Wii U no trata acerca de poder, sino de entretenimiento.
Comentarios
Mejores
Nuevos