Rovio: las reseñas no sirven para juegos casuales

El ámbito de lo social en el entretenimiento del pixel crece de forma desmedida, y pese a atravesar una importante desaceleración en meses recientes, se perfila para parmanecer como un sector importante en la industria; sin embargo, no se rige bajo los mismos estándares que una propuesta tradicional, dado que su popularidad no proviene de los medios especializados, sino de las recomendaciones de la gente, así lo asegura Teemu Huuhtanen, vicepresidente ejecutivo de Rovio.

En opinión del directivo, los jugadores casuales no recurren a reseñas y en su lugar prefieren solicitar recomendaciones de gente de confianza, amigos o conocidos en su red social, para elegir su siguiente juego. Durante una presentación en la conferencia Gamelab en Barcelona, Huuhtanen explica que la exposición inicial que recibió Angry Birds en sitios y revistas dedicados a videojuegos, fue vital para generar ruido, pero no fue sino hasta que la gente comenzó a jugarlo, que la popularidad aumentó inusitadamente, “las reseñas fueron opacadas rotundamente por la voz de la audiencia”. A pesar de que no le recauda nuevos jugadores, Rovio se mantiene atento a redes sociales, blogs y sitios especializados, para saber qué se dice de sus juegos.

Apoyando la idea, el director general de Natural Motion, Torsten Reil, explicó en el mismo marco que los esfuerzos de los encargados en mercadotecnia son insuficientes para promover un juego social, dado que su método es anticuado y obsoleto para los nuevos modelos masivos. El ejecutivo comenta que la cantidad de descargas es tan apabullante, que cualquier iniciativa de relaciones públicas parece risible, y de ejemplo dice que My Horse capturó la atención de 11 millones –en su mayoría mujeres– en pocos meses, porque enfocaron la campaña hacia el sector femenino, y por el hecho de que “a las chicas les encantan los caballos”.

Es evidente que el esquema publicitario para este tipo de juegos tiene que ser diferente, pero como revelan otros expertos de industria, depende de las tendencias y gustos del público, que conforme a reportes, comienza a migrar hacia experiencias más complejas.