El hospital de Saint Thomas en Londres, Inglaterra, ya ocupa el dispositivo de registro de movimiento y voz, Kinect, como herramienta en laparoscopías, así lo dio a conocer la cadena BBC apenas ayer. Dicho lo anterior, se espera que esta tecnología se vuelva parte de la normatividad médica establecida durante el futuro próximo.
La laparoscopía es una intervención quirúrgica no invasiva apoyada en el uso de pequeñas cámaras que se introducen por el abdomen. Se trata de un procedimiento muy ventajoso para los pacientes pues supone un plazo de recuperación más rápido, pero para los doctores implica varios desafíos, la mayoría de ellos asociados al uso eficiente de las mencionadas cámaras.
Hasta hace poco me la pasaba gritando por todo el quirófano para decirle a alguien que la moviera [la cámara] para arriba, abajo, izquierda o derecha. Pero con Kinect puedo posicionar lo que quiero rápido y sin necesidad de manipular cosas no esterilizadas como el teclado o el mouse durante el procedimiento, explica Tom Carrell, consultor de cirugía vascular en el hospital St. Thomas.
Cabe recordar que la idea de usar Kinect en el campo médico nació muy poco tiempo después del lanzamiento del periférico al mercado, con la Universidad de Washington como una de las pioneras en explorar dichas posibilidades. En el caso de Inglaterra, se llegó a este punto gracias a una colaboración entre Microsoft y la Universidad de Lancaster.
El programa Kinect se extenderá a otros hospitales muy pronto. Encuentro difícil el imaginar un quirófano en 10 o 15 años donde estos aparatos no estén en la norma, señaló John Brennan, presidente de la Sociedad Británica de Terapia Endovascular.
De acuerdo con los últimos números de Microsoft, hasta la fecha se han despachado cerca de 20 millones de dispositivos Kinect y todo indica que el gigante informático piensa llevar sus capacidades también a televisores y laptops.
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