Alex Hutchinson, director creativo de Assassins Creed III, asegura que apegarse a la realidad en aras de hacer un videojuego auténtico puede llegar a ser muy complicado, aunque también se presta para la picardía, ya que se pueden desenterrar fragmentos de la historia que pocos conocen, por ejemplo la pasión del padre fundador de la Unión Americana, Benjamín Franklin, por las mujeres mayores.
La idea del superhéroe de las pinturas y las descripciones actuales puede ser inspiradora, pero es imprecisa. Esas son las áreas donde Assassins Creed 3 [sic.] pude divertirse con la historia americana, no tomándose libertades, sino diciendo la verdad, explicó Hutchinson. Así que en el caso de Franklin nos fuimos más por su lado inusual. Como su amor por las mujeres. Él decía que las mujeres envejecían, pero lo hacían de arriba para abajo, entonces las partes que necesitabas nunca se marchitaban. Sé que recibiremos quejas, pero todo está documentado.
Y es verdad, este fragmento de la historia de Ben Franklin es fidedigno. Aquí está en sus propias palabras: Como para todo animal que camine erguido, la deficiencia de fluidos que rellena los músculos aparece primero en la parte más alta: la cara se cuelga y arruga; luego el cuello; luego el pecho y los brazos; pero las partes bajas permanecen tan rellenas como siempre hasta el final. Así que si se cubre todo lo primero con una canasta y nos quedamos sólo con lo que hay bajo la faja, es imposible distinguir entre dos mujeres, una joven y una vieja.
El anterior es un fragmento de una carta redactada por Franklin en 1745 donde aconseja a un amigo en asuntos de mujeres. Así que si pensaban que Franklin iba a ser como el Da Vinci de entregas previas de Assassins Creed, pueden olvidarse por completo de esa idea.
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