BioWare se ha mantenido un tanto hermético en lo que respecta a Dragon Age, y aunque hay evidencias de que su gente se encuentra trabajando en el futuro de la franquicia, sigue sin haber una confirmación oficial del tercer episodio. Es probable que sea en E3 cuando se haga anuncio oficial, pero los creativos siguen hablando de lo que podremos ver en la siguiente iteración, y en esta ocasión toca el turno al diseñador en jefe Mike Laidlaw, quien dice que el estudio está prestando oído a las peticiones de la afición para buscar la forma de implementarlas, por ejemplo evitar el reciclaje de niveles, pautar decisiones relevantes, y mayor personalización en el equipamiento del grupo.
En su condición de RPG ejemplar, Dragon Age aportó una buena dosis de personalización, pero en opinión del creativo, hizo falta mucho más también expresado por los fans, a lo que se responderá con imprimir personalidad en la vestimenta de cada personaje; así, una armadura lucirá diferente dependiendo de quien la porte. Complementando la flexibilidad estética, también podremos personalizar el color y material de la ropa. El desafío, según Laidlaw, es hacer cambios de equipo sin arruinar la imagen de los personajes.
Por supuesto, persiste la interrogante de dónde se ubicará el siguiente Dragon Age, tanto en la temporalidad de la mitología como en locación geográfica, pero en palabras del diseñador en jefe, no será en Kirkwall, pues la idea es ofrecer variedad y mayor espacio, algo que se pueda proyectar mucho más, que sea emocionante, olvidado, escondido y perdido; si es necesario, BioWare está dispuesto incluso a brindar una ambientación más urbana, pero de ser así, llevarían las cosas a un estilo más francés. Es un término vago, pero al menos parece que el rumbo de la franquicia va en pos de la reinvención, algo que podría ser benéfico tras la no tan positiva recepción que tuvo Dragon Age 2.
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