Por tercera vez en la última década, Sony adelantó a sus inversionistas que habrá pérdidas anuales, sólo que esta vez serán auténticamente monumentales y se estiman en nada más y nada menos que $6.4 miles de millones de dólares. La debacle se veía venir desde ayer, cuando el gigante de la electrónica advirtió que recortaría 6% de su personal y que habría una conferencia de prensa el próximo jueves para profundizar en los pormenores del plan de rescate implementado por el nuevo presidente, Kaz Hirai.
Aunque los últimos cinco años de Sony Computer Entertainment han sido complicados, la culpa de la crisis radica fundamentalmente en el mercado de los televisores, donde Samsung y LG están arrasando con la competencia. Otro factor es una condonación de créditos fiscales a la que Sony ya no tendrá derecho en la Unión Americana.
Menos de 1% de la fuerza laboral de Sony pertenece a su rama de videojuegos, sin embargo, tal y como mencionamos ayer, tenemos serias preocupaciones en torno al impacto de las pérdidas en el desarrollo y subsecuente lanzamiento del nuevo PlayStation, de cuya supuesta existencia se ha desprendido cualquier cantidad de rumores a lo largo del último mes. Dicho lo anterior, el reciente cierre de Zipper Interactive también se antoja relacionado con estos desafortunados sucesos.
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