El director general y presidente de Activision, Bobby Kotick, es un hombre con muchas facetas, pues además de su importante rol como cabeza de una de las distribuidoras de videojuegos más poderosas del mundo, también funge desde ahora como miembro de la junta directiva de Coca-Cola, informó Muhtar Kent, mandamás de la icónica refresquera transnacional.
Bobby aporta una mentalidad empresarial, alto nivel educativo en materia financiera y conocimiento digital a nuestra compañía, celebró Kent. Su experiencia de marca global y visión serán invaluables en la medida en la que acrecentamos nuestro negocio e invertimos en nuestra participación digital con consumidores y clientes alrededor del mundo.
La pregunta es de dónde saca tanto tiempo este señor, toda vez que aparte de los mencionados cargos, se desempeña como miembro del consejo administrativo del Centro de Educación Temprana, la Escuela Westlake de Harvard y el Museo de Arte del condado de Los Ángeles, sin mencionar que el año pasado interpretó un pequeño papel en la elogiada cinta Moneyball, donde compartió créditos con Brad Pitt.
La animadversión hacia Kotick no es ningún secreto, pero lo cierto es que hablamos de una persona tremendamente capaz, un ejecutivo sobresaliente y hay que reconocerlo una de las figuras corporativas más influyentes del mundo.
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