Hace un mes aproximadamente, informamos que Sony cerró un trato con Ubisoft para la materialización del filme de Assassin's Creed. Hoy nos enteramos de que la única razón por la que esto fue posible es porque la compañía gala amortizará casi la totalidad de los gastos, pero los estudios respetables en Hollywood se negaron a tomar parte debido al ridículo nivel de control que Ubisoft pretende tener sobre la gestación del proyecto, y DreamWorks fue uno de los primeros en desentenderse.
Como director, Spielberg no recibe ese nivel de control y, como jefe de un estudio, el jamás lo otorgaría: DreamWorks estuvo entre los primeros en rechazar el proyecto Creed. Universal y Warner Bros., ambos, le dieron oportunidad a Ubisoft por un tiempo y los informantes dicen que ellos también quedaron desmotivados ante las demandas de la productora de juegos, explica el sitio de espectáculos norteamericano, Vulture.
De acuerdo con diversas fuentes al interior de la industria del celuloide, la paranoia de Ubisoft para proteger a su franquicia más preciada llega al punto en el que estrangula la creatividad, pues tiene potestad sobre presupuesto, reparto, guión e incluso fecha de estreno. Ubisoft hace juegos, no películas, y tal nivel de supervisión es sinónimo de desastre, enfatizan los ejecutivos hollywoodenses.
"El trato entre Ubisoft y Sony es un desperdicio de tinta, papel y tiempo. El nivel de control que Sony entregó supone que Assassin's Creed jamás con énfasis en jamás- se hará, declaró un agente de talento acuartelado en la meca del cine.
Se preguntarán cómo fue entonces que Prince of Persia llegó a las carteleras. Bueno, gente allegada a esa película sostiene que la clave fue precisamente que Disney le negó tanto control a Ubisoft y, aún así, la influencia de la desarrolladora dirigida por Yves Guillemot fue excesiva.
Aunque la información llega a cuentagotas, la situación aquí expuesta es muy familiar, cabe recordar que lo mismo ocurrió con Halo. Microsoft demandó tanto control, que Peter Jackson terminó por fastidiarse y los recursos que sobraron de ese proyecto fueron destinados a District 9, una cinta con escaso presupuesto y mucho ingenio que sorprendió a la crítica y entristeció a la fanaticada del Master Chief.
Finalmente y en defensa de Ubisoft, podemos decir que filmes como Hitman, Max Payne y Final Fantasy: The Spirits Within también han demostrado que las adaptaciones cinematográficas con libertad creativa terminan por ser un rotundo fracaso. No hay garantías.
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