El vicepresidente de los estudios de Activision alrededor del mundo, Dave Stohl, confirmó lo que ya muchos imaginábamos: un pequeño ejército de personas está detrás de la multigalardonada y exitosa saga de títulos FPS, Call of Duty; y no es para menos, después de todo se trata de uno de los productos más rentables y prolíficos en la historia del entretenimiento.
Mientras se redacta esta nota, medio millar de programadores, artistas, diseñadores y más, están produciendo ideas como la del modo de juego Kill Confirmed, que llegará con Modern Warfare 3, o el servicio para fanáticos Elite, el cual se pronostica sea todo un éxito comercial.
Concretamente, se trata de cuatro estudios que han respondido al llamado del deber: Infinity Ward, precursor de la saga, que aunque desmembrado por el conflicto legal entre Activision y dos de sus fundadores, sigue existiendo; Treyarch, casa desarrolladora que el año pasado consagró su potencial creativo con Black Ops; Sledgehammer Games, la cual apoyó a Infinity Ward en la concepción de Modern Warfare 3; y Beach Head estudios, responsable de Call of Duty: Elite.
En palabras del propio Stohl, la franquicia demanda la participación de un pueblo entero para existir, lo que definitivamente no es fácil de administrar, pues pese a que todos sus juegos han sido de disparos, cada uno tiene estilo y necesidades propias, dijo.
Aunque, como citamos en el primer párrafo, los números no resultan precisamente sorprendentes, destacan a la luz de franquicias rivales de gran importancia que emplean mucha menos gente. Para ilustrar esto tenemos a Battlefield, desarrollado por DICE, estudio sueco compuesto por 280 empleados. Rockstar San Diego (Red Dead Redemption), cuenta con 180 y, si los rumores son ciertos, GTA V está siendo concebido por 200 artistas. Estos datos sirven para poner en perspectiva la monstruosa maquinaria que respalda a Call of Duty.
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