En entrevista ofrecida desde Estocolmo, Patrick Bach, productor ejecutivo de Battlefield 3, descartó que la tecnología estereoscópica, tan socorrida durante el último par de años, tanto por Sony como por Microsoft, sea una manifestación genuina de lo que el futuro le depara al entretenimiento electrónico.
De acuerdo con el desarrollador, la edad de los jugadores se vuelve cada vez más elevada y, en consecuencia, los títulos venideros tendrán que ser igualmente maduros.
Cuando era un niño, jugaba títulos para niños, pero he estado creciendo con ellos y ahora, cuando los veo, ya no quiero jugarlos. Quiero juegos para adultos. Quiero títulos que pueda jugar. Mientras esté en el negocio, haré juegos que quiera disfrutar en lo personal, aseguró.
Lejos está la época donde los videojuegos eran considerados un pasatiempo infantil, pues las citadas afirmaciones son avaladas por la Entertainment Software Association, órgano que sitúa la edad del jugador promedio en 37 años, mientras que el comprador frecuente de juegos tiene 41.
Si bien es cierto que el mercado infantil existirá por siempre, las estadísticas sugieren que son los adultos quienes terminan gastando más en juegos. Así las cosas, Bach parece tener razón al pronosticar un futuro donde los títulos maduros sean una constante.
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