Chris Lewis, vicepresidente de Entretenimiento Interactivo de Microsoft, ha estado muy ocupado esta semana, y es que además de anunciar que la compañía no cobijará productos descargables previamente publicados en otros sistemas y descartar un recorte de precio al Xbox 360, también negó el lanzamiento de un sucesor para la plataforma en el corto plazo.
Lo anterior viene como respuesta a la creciente presión por la longevidad de esta generación y los rumores en torno a un posible anuncio durante el E3 del año entrante.
Curiosamente, es de las primeras veces que atestiguamos que dos ejecutivos, uno de Sony y otro de Microsoft, están completamente de acuerdo y, de hecho, emplean los mismos argumentos para defender una postura, y es que ayer, Shuhei Yoshida, director mundial de los estudios Sony, arguyó que no habrá nueva PlayStation en tanto los desarrolladores no agoten por completo el potencial de la actual.
Por su parte, Lewis, dijo que Microsoft estaría de acuerdo con traer un nuevo sistema si viera que los programadores están alcanzando el techo de su capacidad de desarrollo.
Pero lo realmente interesante de esta nota es ver cómo Microsoft se escuda en Kinect y su próxima renovación de interfaz para capotear la supuesta urgencia de una nueva consola: si no estuviéramos trayendo tecnología revolucionaria como Kinect, si no fuésemos capaces de actualizar completamente la UI (Interfaz de Usuario) de Xbox LIVE sin necesidad de incitar a la gente a comprar nuevo hardware, si nada de eso fuese cierto, estaría de acuerdo con tu evaluación [en torno a la vejez de esta generación], sentenció Lewis.
Para concluir, el ejecutivo sostuvo que el Xbox 360 no será viejo en la medida en la que la experiencia siga creciendo y la gente siga arremolinándose en torno a ella, por lo demás estamos concentrados en lo que tenemos en este momento, aseguró.
Con base en estas declaraciones, tal parece que Kinect y Move, más que complementos de primera, terminarán siendo pretextos y obstáculos que entorpecerán la evolución de la industria. Por otro lado, desarrollar nuevas plataformas es un proceso de muchos años, de modo que, independientemente de lo que digan los ejecutivos, es probable que sendos sucesores para Xbox 360 y PlayStation 3 ya estén en desarrollo, aunque sea en una etapa muy temprana.
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