Kinect tal vez parezca un dispositivo salido de una película de ciencia ficción, pero para Sony, lo que el futuro aguarda es mucho más sorprendente e, incluso, perturbador.
De acuerdo con el presidente de los estudios Sony alrededor del mundo, Shuhei Yoshida, más que limitarse a detectar movimientos, las plataformas del futuro serán capaces de procesar información como el estado de ánimo de quien juega, expresiones faciales y pulso cardíaco, así que en vez de adivinar si el personaje en un juego como L.A. Noire miente, la consola podría determinar si el jugador es quien dice o no la verdad.
Aunque no respaldó su predicción, Yoshida acotó que este tipo de interactividad podría resultar incluso peligrosa, pero todavía es prematuro para hacer un cálculo preciso sobre cuándo estará disponible.
Por su parte, Mike Hocking, otro directivo de Sony, pronosticó que los juegos involucrarán al usuario como si se tratara de un actor. En diez años, me gustaría pensar que seremos capaces de formar un mapa del jugador, combinando otras formas de información sensorial, desde expresiones faciales hasta ritmo cardíaco ( ). Quizá la gente en su red social podría comentar esos datos. Entre más preciso se vuelva ese mapa, mejor podremos ajustar la experiencia [de juego].
Es aquí precisamente donde yace lo peligroso de dichas herramientas, pues información tan personal como las emociones de la gente podrían quedar vulneradas mediante un artículo tan inocente como una consola de videojuego, y mucho más si estos datos van a parar a una red social. Por otro lado, el que los desarrolladores contaran con referencias de esta naturaleza, permitiría la concepción de títulos prácticamente perfectos, que encajaran con cada usuario de la manera exacta o incluso se adaptasen a lo que la audiencia desea sobre la marcha.
Para concluir y quitarse presión sobre la fecha en la que este tipo de tecnología podría ser una realidad, los ejecutivos se limitaron a decir que el departamento de Investigación y Desarrollo de Sony siempre está haciendo muchos estudios en esta área.
Por el momento, dichas herramientas aún lucen lejos de ser una realidad. Si bien Kinect promete un futuro interesante para la tecnología sensorial, el sistema aún padece de fallas de detección y sólo es capaz de reconocer imágenes simples.
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