En un extrañísimo caso de justicia salomónica, un chico irlandés fue sentenciado por un juez a entregar su Xbox 360 como castigo. El chico de 13 años, cuya identidad no puede revelarse debido a su edad, fue acusado de una serie de robos en el área de Co Down, Downpatrick, en Irlanda. Cuando el juez le preguntó al chico qué era lo que él apreciaba más, él contestó que su consola. Grave error...
La corte de Belfast lo sentenció a entregar su Xbox 360 a las autoridades, a condición de ser devuelta mientras los cargos se ventilaban, es decir, después de que el proceso terminara.
Repetimos, la extrañísima lógica de esta corte fue que al quitarle su consola, le demostrarían lo que siente la gente cuando algo que ama le es arrebatado. Miren que hay justicia drástica. Hay que suponer que los cargos no eran realmente graves y esto fue una especie de castigo "suave"; así, el chico podría pensarlo mejor antes de continuar con su incipiente carrera delictiva: se sabe que en la cárcel la conexión a Xbox LIVE no es precisamente buena...
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