La última contraofensiva en la batalla contra el mercado de videojuegos de segunda mano, llega de uno de los distribuidores más criticados por los usuarios en el mundo: Capcom. Todo esto debido a su costumbre de vender trajes, misiones, modos de juego y otros tipos de contenido que bien podrían haber formado parte del juego desde un principio. Sin embargo el desarrollador se encuentra a punto de enfrentar la que seguramente será la oleada de indignación más grande en la historia de las oleadas de indignación relacionadas con los videojuegos portátiles, ya que se reveló que el archivo con los avances realizados en Resident Evil: Mercenaries 3D no podrá ser borrado.
¿Qué quiere decir esto? Sencillo, una vez que hayas abierto tu juego y hayas comenzado a jugar, nunca jamás podrás comenzarlo desde cero, sin embargo, las implicaciones de este movimiento son mucho más complicadas. El hecho de que un distribuidor y/o desarrollador te diga que solamente puedes tener un solo archivo guardado en tu juego limita por completo tu libertad de uso, ya que no solamente no podrás venderlo, sino que no podrás prestárselo a tus hermanos, primos, novia/o, amigos o abuela, al menos no sin que estos se vean forzados a continuar jugando en tu historia.
Ahora, es muy cierto que los desarrolladores y distribuidores no reciben un solo centavo por las ventas de juegos de segunda mano, sin embargo este movimiento parece cruzar no solamente la línea del buen gusto, sino que incluso raya en el límite del control orwelliano contra el que tanto hemos luchado. Bueno quizás eso también sea exagerar, pero si es un hecho de que todos deberíamos tener la oportunidad de resetear nuestro juego en el momento en que decidamos que queremos volver a vivir la experiencia original, en un juego por el que estamos pagando un precio completo y normal.
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