El fallecimiento de un ser querido es algo que siempre mueve nuestras vidas por completo, pero si a esto le agregamos la desgracia de que el accidente quede ligado de alguna manera a alguna fecha importante, como Navidad, las cosas toman un cariz muy distinto. Desgraciadamente este fue el caso de una familia de Pennsylvania, Estados Unidos, cuyo hijo adolescente, Bradley McCombs, ávido fanático de los videojuegos, murió en Navidad durante un aparatoso accidente automovilístico.
Y por si esa tragedia no fuera ya suficiente, la familia del joven tuvo que sufrir el horror de enterarse de que un hombre había violado el féretro de Bradley durante el velorio que tuvo lugar este lunes pasado. El propósito detrás de este delito fue sencillo: Bradley, como el buen jugador que era, iba a ser enterrado con todo y dos de sus GameBoys y algunos otros objetos relacionados con este popular pasatiempo. Jody Lynn Bennett, de 37 años, se enteró del asunto y decidió apropiarse de estos objetos, por lo que se introdujo en la funeraria y los robó, literalmente de las manos inertes del joven.
La policía de Pennsylvania asegura haber recibido una llamada anónima denunciando el delito, por lo que se apresuraron a buscar y arrestar a Bennett, quien, tras no poder pagar una fianza de $15,000 USD, fue encarcelado, después de haber sido arraigado bajo cargos de robo y profanación de un cadáver y de un objeto venerado. La tía de Bennett, amiga de la familia McComb, se disculpó y achacó la conducta de su sobrino al constante uso de drogas y a su alcoholismo, revelando que el hombre simplemente estaba trastornado. Por el momento no se sabe qué sucederá con este ladrón de difuntos, sin embargo, se espera que la fecha del juicio sea anunciada pronto. De cualquier manera, no podemos dejar de decir que hay acciones bajas, pero robarle a un muerto, en compañía y a plena vista de sus familiares, justo después de Navidad, es algo que simplemente roza los más bajos estratos de la calidad humana.
Comentarios
Mejores
Nuevos