Undercover Racing Experience

El día de
ayer tuvo lugar el Undercover Racing
Experience. ¿El lugar del evento? Nada más y nada menos que el Centro
Dinámico Pegaso ¿suena como un lugar emocionante no? pues lo es, pero eso no le
quita que esté un poco escondido y un poquito más lejos de lo que el capitalino
promedio considera aceptable. Lo bueno es que los integrantes de LEVEL UP no
somos un capitalino promedio, no señor, somos aventureros y nos encantan los
retos, retos como el salir desvelado de tu casa, con prisa, sin mapa y sin ninguna
idea exacta de cómo llegar al evento. En corto, somos como los hombres esos a
los que les pasan accidentes ridículos y les dan una cerveza de cierta marca
que no vamos a mencionar aquí.

Para no
hacerles esto más largo les platico que tras perdernos en un trecho de carretera
por fin dimos con el lugar del evento y nos encontramos con que ya había
bastante gente esperando que este diera inicio. Al acercarnos a las mesas de
registro tuvimos la oportunidad de saludar a una familia que estaba acompañando
a su hijo al evento y a varios compañeros del medio. Después de registrarnos y
de recibir nuestro gafete con su respectivo pase para la comida fuimos a saludar
a la gente de EA que como siempre nos recibió calurosamente y con bastante
efusividad, cabe mencionar que en el camino nos encontramos a varios viejos
conocidos del EGS y eventos similares.

Cuando ya
nos encontramos libres de vagar por el evento vimos a mucha gente formada en
unos simuladores en los que se estaba corriendo Need for Speed: Undercover pero lo que más llamó nuestra atención
fue la mesa con galletas y bebidas refrescantes que se encontraba ahí como un
oasis. Es raro por que yo nunca me tapo para ir a ningún lado, pero mis amigos
me insistieron tanto en que me cuidara del frío que iba a hacer cerca de Toluca
que me fui disfrazado de esquimal en invierno septentrional y a la media hora
ya me sentía como chocolate al sol.

El evento comenzó, como se tenía previsto,
a las 12:30 del día con un performance por parte de los conductores
profesionales, en el cual pudimos verlos maniobrar de manera muy emocionante,
haciendo trompos y giros muy cerrados, dando las vueltas a gran velocidad y con
gran dominio de la pista. Posteriormente la gente formo dos filas para poder
abordar los autos, una era para ir en la patrulla y la otra para el carro
perseguido, aunque el recorrido fue básicamente el mismo los conductores
omitieron las maniobras más peligrosas, como los trompos, obviamente para
seguridad del público, pero eso no le restó nada de emoción a la experiencia.