En nuestros días es difícil encontrar juegos realmente originales para móvil, y ante el hecho de que las ideas más frescas ya fueron utilizadas –o aún no han sido formuladas–, sólo queda una constante repetición de conceptos que rara vez aportan algo nuevo, aunque hay excepciones, como el caso de Grabbity. Su propuesta en inicio es muy sencilla, pero la ejecución tiene el mérito de ser ingeniosa, pues permite jugar con las leyes de la gravedad para resolver acertijos simples pero desafiantes.

La historia tiene pocas aspiraciones y se limita a contar la aventura de un Grabbian, carismática criatura que debe adentrarse en el centro de su mundo para recuperar la energía que mantiene viva a su raza y que ha sido robada por una terrible fuerza oscura. La narrativa es de lo más insípido pero se cuenta por medio de coloridas ilustraciones que por cierto, comparten diseño con el resto del juego.

La estructura de este juego de plataformas es muy similar a la de otros exponentes del género, es decir, tienes un catálogo de niveles en los que el reto es atravesar las trampas y peligros en el menor tiempo posible, recogiendo todas las monedas que encuentres en el camino. Al completar cada requisito –3 por escenario– obtienes una estrella, con la ventaja de que no hace falta cumplir los requerimientos en el mismo intento, puedes conseguir tus trofeos en el orden que se te antoje.

Para cumplir tus objetivos debes sostener el dispositivo con la pantalla frente a ti, y simplemente inclinarlo en la dirección que deseas se mueva el tierno protagonista; dependiendo de la velocidad o el grado en que lo gires, será el modo en que la gravedad afectará al Grabbian. El principio es básico, no obstante debes ser muy preciso en el manejo del personaje, pues el mínimo error te costará la vida, en especial porque el control no responde con completa exactitud, sin mencionar que hay trampas en el escenario que son letales aún cuando estás lejos de tocarlas, sin duda, por error de programación.

Además de ladear constantemente la plataforma móvil, hace falta dar un ocasional toque sobre la pantalla –en cualquier parte–, con el fin de hacer saltar al Grabbian, o presionar con el dedo sin despegarlo para provocar que se enganche de la superficie más cercana. Cabe mencionar que la mecánica de Grabbity aprovecha de forma eficiente el acelerómetro y el giroscopio, sin dejar de cometer los errores que mencionamos arriba. La compensación a esos defectos se presenta en forma de jefes que usan distintas tácticas y requieren el uso de la gravedad para mover otros objetos del escenario.

Grabbity ostenta una curva de aprendizaje accesible, suficientemente amigable en los primeros niveles y realmente desafiante tras avanzar algunas secciones. Como dicta la costumbre en esta clase de juegos, el auténtico reto está en conseguir todas las estrellas al perfeccionar cada escenario. Pero la verdadera virtud está en que los 20 niveles iniciales son gratuitos, y te obliga a pagar por los otros 60 si la experiencia de juego te parece atractiva.

Como suele pasar con la mayoría de las ofertas para móvil, Grabbity no está construido para entretener durante largas sesiones de juego, pues en ese respecto tarda muy poco en volverse repetitivo, sin embargo, como es tradición, si lo juegas en breves periodos puedes estar seguro de tener una buena dosis de diversión. Es una lástima que los desarrolladores no dedicaran más tiempo a pulir las imperfecciones para entregar un producto de mayor calidad.