Siempre ha sido así, pero ahora mas que nunca me sorprende la capacidad de los videojuegos para expresar historias, aventuras y hasta emociones por medio de mecánicas que te hacen participe de tales sucesos, algo que no puedes encontrar en ningún tipo de entretenimiento o corriente artística, con esto no trato de decir que los videojuegos son arte en realidad eso es algo que no me importa, para mi los videojuegos siempre han sido videojuegos y solo eso serán, no es simplista mi visión, mas bien es catalogarlos como algo único ¿y a que viene todo esta palabrería? Bueno pues a que en los últimos días he tenido la fortuna de experimentar un juego llamado Entwined.
Titulo lanzado a mediados del 2014 en PS4, PSVita, PS3 y posteriormente una versión para dispositivos móviles, el estudio creador es PixelOpus un estudio independiente formado en su mayoría por estudiantes y publicado por SCE, el juego tuvo problemas con la critica especializada y es que en realidad no es una joya del gaming ni mucho menos, las mecánicas se resumen en esto; hay dos personajes controlas a uno en un lado de la pantalla con un stick y a otro en la otra mitad con el otro stick, tendrás que pasar por zonas marcadas del color de cada personaje haciendo un ejercicio de independencia de hemisferios cerebrales, terminando cada nivel cuando has acertado a tantos objetivos como para llenar un medidor que hará que tus personajes se fusionen en uno solo y pasar a una etapa final con un poco de libertad donde la mecánica es recolectar orbes que llenaran un medidor que te hará dejar una estela de luz y esto se hace durante 9 niveles que solo se diferencian estéticamente. En realidad no suena muy divertido y aunque si lo es un poco, no es la razón por la que escribí esto.
La razón son las posibilidades que los videojuegos dan a una historia mediante un gameplay tan sencillo y escueto como el que ya mencione, la historia empieza y termina con esta frase “Siempre juntos, Siempre lejos”, es la historia romántica entre un pez y un ave que por obvias razones y a pesar de su amor no pueden estar juntos, pero tras surcar cada uno sus vidas alejados y sin olvidar ese amor terminan trascendiendo para al final estar unidos y esto durante 9 vidas continuas en diferentes situaciones pero siempre con el mismo final, juntos. Aquí vamos de nuevo, una historia romántica trillada y gastada hasta la medula, pero que los chicos de PixelOpus combinaron de una gran manera con el gameplay haciendo que no sea necesario un solo dialogo de personajes ni una expresión, solo un poco de énfasis musical, muy poco de echo, para que comprendas a la perfección todo lo que acabo de explicar.
Al final quiero que entiendan quien este leyendo esto que no estoy recomendando el juego por ser fascinante, imprescindible o muy divertido, estoy invitando a que lo jueguen con la intención de buscar algo que no encontraran en cualquier lado, si este titulo con pocos recursos y hecho de manera medianamente bien, puede expresar algo así, las posibilidades de este gran entretenimiento, es decir los videojuegos, son en teoría ilimitadas o solo limitadas por el ingenio de los desarrolladores, y esto en cuanto al tema de expresar algo mediante un videojuego. Llámenme romántico empedernido pero estos casos raros de videojuegos que demuestran más de lo que aportan me hacen tener esperanzas en el futuro de la industria.
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