Sin temor a equivocarme, el título honorífico del formícido más carismático de la historia le corresponde, sin más, a la hormiga. Aludiendo a nuestras referencias contemporáneas, encontraremos testimonio de ello en toda clase de ‘afiches’ populares; afiche como analogía de esos temas, cualidades y ficciones literarias que nos han hecho inventar fábulas, héroes y villanos inspirados en las hormigas.
Los terrarios son famosos por la curiosidad intelectual que naturalmente éstos seres sociales despiertan en nosotros, quizá incluso como paradoja de lo que somos como sociedad. En la cinematografía de terror ha quedado expresado también otro aspecto, un tanto más comprometedor, en el que el antagonista es el catalítico mismo de la mirmecofobia.
Pero los elementos habituales de la vida superan ampliamente la imaginación, conocidos también como los terrores de la vida cotidiana. Un día el Xbox One comienza a experimentar anomalías, síntomas de una fuerza oculta que lo hace funcionar imprevisiblemente. Se enciende por las noches, sin que nadie haga nada, otro día se apaga y no vuelve a encender más, ruidos nocturnos que van conduciendo a ese momento definitivo en el que uno, sin sospechas de lo que avecina, decide que ha llegado el momento de reclamar una garantía.
Basta con ejecutar al primer paso, el despojar a la máquina de la energía que lo alimenta, para notar una anomalía mayúscula y en definitiva mucho más interesante, ya que comienzan a llover partículas desconocidas.
Como lo que está de moda es sentirse recluido en una vida más aburrida que común, uno empieza a tomar interés por lo poco convencional. Alguien ha dicho ya que investigar por uno mismo es muchas veces el primer paso hacia la desinformación, pero no podemos negar que generalmente nos gana la curiosidad.
Ante la evidencia uno debe realizar sus propias conclusiones. ¿La garantía ampara los estragos de una plaga del tipo biológico? La consola ya no enciende de cualquier manera, y con desembolso económico de por medio éstas cuestiones espeluznantes resultan ser las más escalofriantes y aterradoras. El corazón palpita fuertemente al momento de quitar el primer tornillo que conduce a la apertura de la caja …
La sorpresa bien vale la invalidez del sello de garantía recientemente mancillado. Ahora es momento de continuar la persecución de los pormenores y los alcances de la naturaleza. Largas sesiones de Call of Duty favorecieron el desarrollo de los huevecillos de una nueva vida gestada en ese anonimato acogedor.
El calor, un sistema teóricamente diseñado para funcionar durante años encendido, sin que le afecte el calor. Debajo de ese ventilador seguramente se encuentra el sol de este hormiguero improvisado encima de una placa normalmente fría. Los disipadores se colocan ahí para que la transferencia de calor favorezca la temperatura de la que se convertiría, inintencionadamente, en incubadora.
Ya con cierto antagonismo hacia las hormigas, mi intuición me hace pensar que en algún plano existencial, ellas ejecutaron cierto tipo de justicia universal, quemando el procesador de una consola.
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