Crisis epilépticas y videojuegos

Por el Dr. Omar Saúl
Neurólogo Pediatra
Cédula de Especialidad 3181012
Cédula de Especialidad Estatal 13984

Miembro de la Academia Mexicana de Neurología, A. C

Para la gran mayoría de niños con epilepsia es seguro el jugar videojuegos. Es importante que mencione este tema que es controversia! para los padres en esta época en la que los infantes suelen pasar muchas horas jugando videojuegos. Se ha especulado y también se han dado diversas desinformaciones sobre este tema.

El que los videojuegos sean un desencadenante de las crisis epilépticas sólo ocurre en un número pequeño de casos (menos de 3%), en niños que son fotosensibles, en quienes las crisis epilépticas se desencadenan por luces parpadeantes o imágenes relámpago.

El estrés, cansancio y respiración rápida puede ocasionar que se desencadenen las crisis epilépticas al jugar videojuegos. Un niño que es fotosensible puede mencionar que tiene sensaciones extrañas o inusuales cuando juega videojuegos o en respuesta a luz tenue o a la luz solar o a alguna luz intensa.

El riesgo de presentar crisis epilépticas durante los videojuegos se puede disminuir si:

Se juega con una luz ambiental adecuada y se reduce el brillo de la pantalla.

Se aleja de la pantalla lo más posible.

Se usan pantallas pequeñas.

Se toman algunos descansos y se mira fuera de la pantalla de tiempo en tiempo.

No juega por periodos largos de tiempo.

Se cubre un ojo mientras se juega (cambiando de uno a otro ojo de tiempo en tiempo).

La mayoría de las crisis epilépticas inician en la niñez debido a la inmadurez del cerebro y, algunas veces, éstas desaparecen cuando el niño crece.

¿Cómo puede afectar la epilepsia a un niño en su entorno?

Las crisis epilépticas pueden interferir con la capacidad de aprendizaje del niño. Si el estudiante tiene el tipo de crisis que se caracterizan por un período corto de fijar la vista, puede perder información. Es importante que el maestro observe y documente estos episodios y los reporte al neurólogo pediatra y padres del niño.

Dependiendo del tipo de crisis o qué tan frecuentemente ocurran, algunos niños pueden necesitar ayuda adicional para mantenerse al corriente con sus clases. Esto puede incluir dar instrucciones al salón de clases e indicar al maestro cómo deben manejarse las crisis epilépticas.

Es importante que el personal de la escuela y el maestro estén informados acerca de que el niño presenta crisis epilépticas, los efectos de los medicamentos que toma y qué hacer en caso de que presente una crisis epiléptica. Se debe tener una conversación amistosa con el maestro al iniciar el año escolar, aun si las crisis epilépticas del niño han sido controladas por largo tiempo.

El personal de la escuela y la familia deben trabajar conjuntamente para monitorear la eficacia del medicamento y los efectos adversos de éste. Si las capacidades físicas o intelectuales del niño cambian es importante comentárselo al médico. También puede haber problemas asociados de audición o percepción causados por cambios en el cerebro, por lo que el personal de la escuela deberá observar esto y mencionarlo a los padres del niño.

Los niños con epilepsia deben saber enfrentar aspectos psicológicos y sociales propios de esta enfermedad.

Esto incluye miedo a las crisis epilépticas, pérdida del control durante las crisis epilépticas. Para ayudar al niño a sentirse más seguro y que acepte su epilepsia, la escuela debería proporcionar programas de educación acerca de la epilepsia para los estudiantes y personal, incluyendo información sobre cómo reconocer una crisis y los primeros auxilios para manejarla.

Medicamentos y tratamiento

Existen muchos tipos de medicamentos para tratar las crisis epilépticas. El medicamento se selecciona dependiendo del tipo de crisis presentada, edad del niño, efectos adversos que presente y el apego al uso del medicamento.

Los medicamentos que se toman en casa generalmente son orales (como cápsulas, tabletas, jarabe o polvo), pero algunas veces pueden indicarse por vía rectal (supositorios). Si el niño se encuentra en el hospital con sus crisis, los medicamentos pueden administrarse por vía intravenosa.

Es importante que des a tu hijo el medicamento a tiempo y como fue prescrito por su médico. El medicamento actúa diferente en cada niño, por lo que debe ajustarse (dosis y horario) para un buen control de las crisis. Para saber si el medicamento que le recetaron a tu hijo es eficaz, pueden hacerse las siguientes pruebas:

Muestra de sangre. Frecuentemente se realizan pruebas en sangre para conocer el nivel del medicamento en el organismo. Basado en este nivel, el médico puede aumentar o disminuir la dosis del medicamento para alcanzar el nivel adecuado necesario. Este nivel se llama "el nivel terapéutico11 y es cuando el medicamento es más efectivo.

Examen de orina. Este examen se realiza para conocer cómo responde el cuerpo del niño al medicamento. Y lo más importante, cuando los padres tengan dudas, acudan a su médico, hagan una lista, pregunten absolutamente todo para apoyar a su hijo, la información es parte fundamental para ayudar al paciente.

Fuente: Publicado en el Periódico Por esto! Quintana de Roo el 28 de octubre del 2011