Pagina 3 y Pagina 14

Lo siguiente es una transcripción de las páginas del diario de Lord Kalt, que se encontraron en uno de los túneles dominados por el Dios Dragón.


 








Pagina 3.


 








Todo cambio radicalmente en el reino, es una completa locura, cualquiera que me conozca diría que he perdido la cordura al acudir al llamado de mi Rey.


 








Mis seres queridos, así como la servidumbre se aglomeraron en la salida principal de mi terrenos para despedirme, mi esposa me abrazo y me contuvo en sus brazos como si mi muerte le fuese anunciada, en cuanto pusiera un pie afuera de mi hogar, mis dos hijos lloraban, pero el mayor, solo bajo la cabeza, por lo que no pude ver sus hermosos ojos, en cuanto a aquellos que me sirvieron, sus gesticulaciones eran tan variadas como en la asistencia de un funeral o en la de una boda, aquel siervo que castigue algunos meses atrás, sonreía ligeramente, maldito imbecil sabe que corro un gran peligro, solo espero que no se aproveche de mi ausencia.


 








La presencia de aquellos que festejaban mi marcha me hizo dudar de mi responsabilidad con el llamado, pero es algo que no debo posponer, se que muchos hombres y mujeres se dirigen al lugar con el propósito de terminar con esta maldición.


 








Ahora me marcho, pero espero regresar pronto a tan mi preciada tierra, con aquellos que me aman y me odian, con los primeros, les entregare mi amor y comprension, con los segundos regresare para rendir cuentas, regresare para [  I  L  E  G  I  B  L  E  ].


 








Lo siguiente es una transcripción de las páginas del diario de Lord Kalt, que se encontraron en uno de los túneles dominados por el Dios Dragón.


 








Pagina 14.


 








Pero que terrible castigo ha caído sobre el los aposentos del Rey, el olor a muerte es enfermante, y apenas me pare enfrente del portón sentí temor por mi vida, el aleteo de aquella bestia me tiene con los nervios de punta, en todo momento la escucho aunque no este cerca, mis dudas me abatían poco a poco, segundo, a segundo, hasta que llego el momento en que no pude dar un paso mas, pareciera que mi pies, así como mi voluntad se encontraran en arenas movedizas, un sudor frío empezaba a brotar, por momentos pensé que me desvanecía, que aquel niño al que no pude ver a los ojos puesto que miraba el suelo, miraba mi tumba, reprochando mi locura, por venir a este lugar maldito.


 








Decidí regresar, puesto que también tengo responsabilidades en mis tierras, por lo que tome mi espada y empecé a retroceder lenta y culposamente porque sabia que no era mas que un pretexto, por no ser de mas ayuda, en ese momento fue cuando lo conocí, cuando no pude abandonar este encargo, porque hay algo mas penoso para un hombre que declinar a las esperanzas de salir victorioso, ante la situación adversa.


 








Si, hay algo más que avergüenza la retirada por miedo, esa es la retirada misma, observada por desconocidos, con esa mirada fría y burlona, en la que saben que tienes miedo, en la que sabes que nunca debiste presentarte.


 








Así que me toco el hombro y con su voz fuerte y ronca, en ton de bufón me dijo que me acompañaría a buscar tesoros, que no tenia porque regresar a mi casa con las manos vacías, que el estaba allí para matar demonios.


 








Maldito impertinente, yo un soy un noble, y no tengo necesidad de buscar tesoros, yo estoy aquí para terminar con esa inmunda maldición que nos aflige le conteste.


 








Soltó una carcajada, y me dijo pues vamos, que pasa más tiempo, y uno se hace viejo, y los viejos no pueden sostenerse en pie sin ayuda, así que, que esperas, vamos pues.


 








Decidí pues en aventurarme, con ese desconocido y conocer los infortunios de este gran castillo, en cuanto mi espada que no había sido desenfundada desde su forjamiento vio la luz del sol, tuvo sed de sangre, y mi miedo que alguna vez me hizo retroceder, se presentaba nuevamente pero en una forma distinta, ahora me hacia moverme cuan animal atrapado lanza mordidas a su depredador, así agite mi espada, así bloquee los ataques en contra de los seres que habitan entre los pasillos del castillo, lado a lado de aquel personaje que me dio valentía, así llegamos a la guarida del demonio y salimos victoriosos, su muerte nos lleno de regocijo y nos sentimos mas fuertes y confiados, optamos por descansar, y así fue.


 








Cuando desperté aquel bufón se había marchado, maldito sea, lo espere y nunca se presento, pero la necesidad de experimentar esas sensaciones que me envolvían cuando luchaba fervientemente por mi vida y el terminar con esta enfermedad inmunda que amenaza no solo al reino, sino a mi familia, me empujan a terminar mi encargo.


 








Ahora todo lo veo claro, lo que alguna vez estuvo presente como el orden y la paz se ha convertido en falsas ilusiones. Ahora solo reina la locura y la desesperanza.


 








Ya no hay marcha atrás, no deseo del todo aventurarme en las entrañas de esta realidad. Este es el inicio de la pesadilla en que me encuentro ahora, recuerdo las palabras de aquel infeliz sus palabras me pesan porque son mi verdad, cada segundo me hago más viejo, cada segundo me acerco más a mi inevitable muerte.