En 1984 nació Karateka, un sidescroller de peleas originalmente liberado para la Apple II. Este fue el primer juego de Jordan Mechner, mejor conocido por ser el creador de Prince of Persia, y ahora tenemos al karateka con algunos cambios en el gameplay y un aspecto visual que bien podría describirse como la película Mulan, pero en 3D.

La historia es simple: el malvado Akuma secuestró a la princesa Mariko, y su verdadero amor peleará hasta rescatarla. En esta ocasión, además del verdadero amor tenemos a otros 2 protagonistas: el monje y el guerrero, pero no puedes elegir con cuál jugar, pues la única manera de usarlos es que el anterior muera.

Comenzarás con el verdadero amor, que es el personaje ideal para rescatar a la princesa y hacerla feliz, pero si llega a morir, su lugar será tomado por el monje, y si este muere será reemplazado por el guerrero, que es el salvador menos adecuado para Mariko. Es por eso que existen 3 finales, uno para cada peleador, y por supuesto, uno de los retos radica en rescatar a la princesa con el verdadero amor.

Los personajes tienen muy ligeras diferencias entre sí, pero el amor verdadero es el más austero de todos, el monje puede recuperar su salud, y el guerrero propicia golpes más fuertes y si es vencido puede regresar a la pelea. Fuera de estas características no hay grandes cambios, pues el gameplay es muy simple, tanto, que no se trata realmente de un juego de peleas sino de ritmo, tema que tocaremos más adelante. Al igual que en el viejo Karateka, atravesarás un camino que, a pesar de estar ubicado en un mundo tridimensional, sólo podrás recorrerlo en 2D, con la única posibilidad de ir hacia adelante. De inmediato tu travesía se verá interrumpida por peleadores dispuestos a frustrar tu rescate, y tendrás que pelear con todos y cada uno de ellos.

La forma de pelear es muy sencilla: tienes 3 botones, uno para bloquear, otro para golpear y el último para tirar patadas. Para vencer a tu contrincante, sólo es necesario bloquear golpes y después contraatacar sin importar si usas golpes o patadas. Regresemos a lo que dijimos en cuanto a que Karateka es un juego de ritmo, sucede que para bloquear golpes tienes que presionar el botón de bloqueo cuantas veces sea necesario y así poder contraatacar, y va desde 1 hasta 7, variando según el oponente y tu avance. Unos pequeños sonidos melódicos justo antes del ataque de tu oponente te indicarán de cuántos golpes tendrás que defenderte.

Además de pelear contra otros guerreros, Akuma también enviará a su halcón para atacarte, en estas pocas ocasiones sí importa cuál botón utilices para atacar, y si fallas el ave te hará una buena cantidad de daño.

Suena muy sencillo, y lo es, aunque eso no significa que llegar a Mariko con el verdadero amor sea una tarea fácil, al menos no en el primer intento, pues algunos ataques tienen ritmos diferentes que deberás aprender a observar. No te preocupes si recibes daño en alguna pelea, pues a lo largo del camino hay flores que te curan -aunque hay un logro que te recompensa por no usar ninguna-.

A sabiendas de que tus primeros 2 personajes sólo tienen una vida, seguramente te preguntarás qué tan extenso es el camino para salvar a Mariko. Dejémoslo en que, si tienes un desempeño muy malo, tu travesía no durará más de una hora; y si eres ágil, rescatarás a la princesa en unos 20 minutos. Sin embargo, no todo se trata de rapidez, ya que el único valor de rejugabilidad de Karateka radica en obtener todos los logros y conseguir el puntaje más alto de tus amigos -o del mundo-.

Cabe mencionar que la presentación y la música son producto del trabajo de Jeff Matsuda y Christopher Tin; el primero conocido por ser el diseñador de las series animadas Jackie Chan Adventures y The Batman, mientras que el segundo ha compuesto temas para televisión, películas y juegos como Civilization IV. Dado este trasfondo, bien se justifica la belleza de esta nueva versión de Karateka.

Si dejamos a un lado lo bonito y nos enfocamos en el entretenimiento, a este título le falta lo necesario para engancharte más allá de terminarlo un par de veces, pues en el fondo sigue siendo un juego de la década de los 80, aunque debe reconocerse que el precio de 800 MS Points es justo. “Pero cuidado, pues para el karateka siempre hay una siguiente vez.”