Los contenidos descargables para los shooters modernos pecan de superficiales, posiblemente como consecuencia de que todo mundo pase el tiempo conectado en línea y no exija sino mapas para sus largas sesiones de juego. Sin embargo, en ocasiones hace falta algo de mayor sustancia, como sucede con RAAM’s Shadow, la más reciente expansión de Gears of War 3 que a diferencia de otros DLC en la historia de la franquicia, se centra en extender la campaña y trasladarnos a un momento clave en los inicios de la guerra contra los Locust.

Diseñado como precuela al primer Gears of War, el cometido de este nuevo capítulo, además de provocar un fuerte sentimiento de nostalgia, es sumergirnos en los primeros días de la guerra, justo después del Emergence Day. Dada su ubicación temprana en la cronología, no verás al icónico Marcus Fenix, pero sí a un par de rostros familiares que aportan sus anécdotas al épico conflicto. Es así como la misión parte de ayudar al escuadrón Zeta en la evacuación de Ilima –una metrópoli en las cercanías de Jacinto–, para proteger a los ciudadanos, el problema es, como se revelaría en eventos posteriores, que la tarea se complica ante la aparición del general RAAM y sus legiones invasoras.

La peculiaridad de este fragmento de campaña es que narra la perspectiva de los dos bandos, por un lado la defensiva de los COGS frente a una amenaza desconocida, y la postura sádica de los Locust en su afán de masacrar a cada uno de los humanos. El jugador, en control del Zeta Squad, conocerá a fondo emblemáticas figuras del ejército de Sera como al teniente Minh Young Kim, Tai Kaliso, además de algunos rostros no tan reconocibles entre quienes se incluye la nueva fémina Alicia Valera, y el veterano Michael Barrick que después de permanecer tras bambalinas en los cómics, al fin aparece en pantalla para que asumamos su papel.

En la otra esquina del cuadrilátero se encuentra el más terrible de los generales Locust, el responsable de exterminar una cuarta parte de la humanidad en un día. Su nombre bautiza esta expansión: RAAM. Dominando las acciones de esta terrible entidad, tienes en tus manos el liderazgo de la invasión y como decidido comandante, debes romper las defensas de la coalición usando todo el arsenal a disposición. Afortunadamente y como tal vez imagines, dicho repertorio se compone del mismo armamento letal con el que aparece al final de la primera entrega de la saga, es decir, la gigantesca espada dentada que te otorgará el placer de empalar a cuanto oponente aparezca, similar a una ejecución de la Retro Lancer; la nube de Kryll que rodea al leviatán, te protege de los ataques enemigos y por supuesto, puedes enviar a las pequeñas criaturas voladoras a devorar a los soldados. Sin embargo, tal vez haya un poco de decepción para quienes creían que provocarían caos ilimitado y destrucción desmedida, pues RAAM no es invencible y de no poner atención a los embistes de la oposición, puedes caer presa de incontables explosiones y ráfagas de munición en poco tiempo, además de tomar en cuenta que es necesario esperar unos instantes entre cada ataque a distancia, el tiempo que le toma a tus súbditos alados recobrar sus fuerzas.

Tratándose de una invasión a gran escala, era ilógico que el indómito líder Locust estuviera solo, por ello se incluyeron tres tenientes que lo acompañan en su encomienda cataclísmica. Junto a un devastador Elite Theron Guard, equipado con un arma mezcla de Sawed-off Shotgun y Chainsaw Bayonet (si pensabas que cada una por separado era de pesadilla, tienes que atestiguar el poder de la combinación), se levantan dos imponentes Mauler, que con sus enormes escudos pueden rebotar las balas y regresarlas con la misma fuerza, y aunque todos se desplazan relativamente lento, son inevitablemente letales.

Cabe mencionar que hasta ahora el modo Beast era el acercamiento más relevante a la visión de los Locust, pero a favor de entregar una experiencia más fluida, se mantenía en lo frívolo, dejando atacar a los COGS sin mayor propósito que nuestra diversión. Con esta nueva perspectiva no se intenta hacernos entender las intenciones de los engendros de las profundidades, pero sí que permitirnos tomar parte de su causa para conocer lo que sucedía tras las líneas enemigas.

Por supuesto, por más seductora que aparente ser esta oferta argumental, nunca cesará la sed por compartir el combate, y en un intento por satisfacer las necesidades de los afectos al multijugador, es posible compartir los eventos de la campaña junto a otras tres personas, ya sea utilizando a los COGS o a RAAM y sus tenientes. Lamentablemente, jugar con el caudillo Locust provoca sustancialmente más satisfacciones que con los otros tres antagonistas, lo que lleva a cierto desbalance en el desempeño táctico.

En perspectiva ante la monumental cantidad de títulos descargables disponibles en la tienda de Xbox LIVE, muchos de ellos con excelentes valores de producción y gran oferta de entretenimiento, es inevitable pensar que los precios están desproporcionados, y un DLC debería tener importe menor del que se acostumbra. Para los fanáticos de la franquicia, RAAM’s Shadow merece cada centavo invertido de los 1200 MS Points, y es en su propio mérito, un complemento imprescindible al arco histórico mostrado durante la trilogía; por otro lado, el contenido puede resultar insuficiente para un aficionado común, eso sin considerar que el Season Pass –acceso a todas las actualizaciones futuras de Gears of War 3– cuesta apenas el doble.