Es bien sabido que la mente de Goichi Suda -mejor conocido como Suda51- está llena de ideas extrañas y por lo mismo, es capaz de hacer que un juego genérico de plataformas se vuelva llamativamente extravagante. Este es el caso de Black Knight Sword, un título desarrollado por Grasshopper Manufacture, que llega a Xbox LIVE Arcade y PlayStation Network para ofrecernos un par de horas de entretenimiento y también de frustración.

Todo se sucede en una especie de teatro donde la audiencia reacciona ante tus éxitos y fracasos. La única forma de comprender la historia a grandes rasgos, es permanecer en la pantalla, que después de unos segundos revela que el espíritu de una espada eligió a un caballero negro para vencer a una malvada princesa. Después todo pierde sentido; el juego está dividido en 5 niveles, y al inicio de cada uno se narra un pequeño y extraño relato relacionado con el jefe de dicho nivel, pero que tiene poco o nada que ver con la trama principal. A lo largo de tu travesía escucharás al narrador, cuya peculiar voz combina perfectamente con el extraordinario y sombrío aire de Black Knight Sword.

La mecánica de juego es sencilla: el caballero negro puede saltar hasta 2 veces, esquivar dando una pirueta hacia atrás y hacer ataques con su espada hacia el frente, arriba, abajo o en diagonal; y el espíritu de su arma, la Black Hellebore, sirve como un proyectil para atacar enemigos a distancia o activar bloques que funcionan como plataformas. Al final de cada nivel recibirás un nuevo tipo de ataque, pero que no te será muy útil. Además, la muerte de tus enemigos te recompensa con corazones, pero no como los que seguramente estás imaginando, son corazones humanos que puedes utilizar para comprar mejoras como más vida, ataques más poderosos y armadura, entre otras cosas.

Los controles son sencillos, pero eso no quiere decir que los niveles sean fáciles. El modo principal de Black Knight Sword consiste en 5 extensos niveles repletos de insólitos adversarios que pondrán a prueba tu destreza; puedes elegir qué tanto reto deseas enfrentar con los 3 tipos de dificultad incluidos, que definen la cantidad y variedad de enemigos que encontrarás así como su resistencia. La dificultad fácil no será tan trivial como podrías esperar, pero la normal y la difícil probablemente lleguen a frustrarte.

El caballero negro tiene una barra de salud y cierto número de vidas, que al acabarse te obligan a cursar el nivel entero sin importar dónde hayas quedado; tal vez los juegos actuales nos acostumbraron a no tener un límite de muertes, pero iniciar desde el comienzo un nivel que dura alrededor de 35 minutos puede ser poco motivador. Los niveles tienen checkpoints en los que iniciarás cuando mueres si aún te quedan vidas, pero necesitarás tener en mente que perderás tu progreso si sales al menú o apagas tu consola sin antes haberlo guardado manualmente.

Cada nivel culmina con un jefe que te exigirá destreza, pero no pasará de ser lo de siempre: golpear con tu espada o tu Black Hellebore hasta salir victorioso, excepto en una ocasión en la que la dinámica se transformará en un sencillo Bullet Hell. A pesar de ser el mismo teatro de golpear y esquivar, cada jefe ofrece una experiencia ligeramente distinta, pero pareciera que esa creatividad se agotó al final, dado que el último nivel consiste en revivir las peleas de los 4 anteriores, cosa que llega a ser tediosa y aburrida, aunque esa travesía es compensada con un combate intenso y creativo.

Por otra parte, tenemos el Challenge Mode, que como su nombre lo indica, consiste en retos que seguramente no pasarás en el primer intento -y probablemente tampoco en el segundo, ni el tercero-. Cada prueba tiene restricciones específicas de vida y ataques especiales que te orillarán a hacer todo sin espacio para errores, lo que bien podría llamar mucho la atención de los jugadores que gustan exprimir sus habilidades para lograr lo que muy pocos.

La dirección de arte es fascinantemente peculiar y exótica, a partir de hacer lucir los escenarios y personajes como de papel. Lobos con cabezas humanas, caballeros gigantes cuyos rostros están en el abdomen, cerdos hechos motocicletas, gallinas gigantes, cada cosa que encuentres a lo largo de tu aventura será algo que jamás hayas imaginado. La música, sin importar su simpleza, se adapta perfectamente a ese peculiar aire del juego, e incluso algunas pistas permanecerán en tu cabeza un buen rato.

En general, Black Knight Sword es un título de plataformas como cualquier otro, pero su presentación lo hará entrar en tu lista de los más extraños que has jugado, aunque eso no significa que la experiencia de juego sea igual de trascendente.