Hace tiempo Turn 10 lanzó una simulación impresionante con Forza y sus diferentes entregas, ahora, con la cuarta iteración, consiguió que los novatos suban al asiento del piloto y no se sientan violentamente alejados del volante por la dificultad del juego. Difícil de creer, pero Forza Motorsport 4 entrega la misma experiencia para un jugador novato que utilizará todas las asistencias disponibles y hasta la característica del rewind, y para el modificador de autos más hardcore.

Como en todo juego del tipo, seguramente comenzarás en el modo de carrera. Verás un video poco claro visualmente, pero en él se escucha el monólogo de Jeremy Clarkson usado para el comercial que salió una semana antes del lanzamiento del juego, ese que está cargado del característico toque humorístico de Top Gear; a partir de ahí descubres que no estás en el mismo Forza que conocías.

Este monólogo toca a todo mundo, al novato que apenas va a mojarse los pies en un simulador de carreras y al que tiene las manos llenas de grasa y sabe perfectamente lo que hace cuando modifica la presión de cada llanta antes de una carrera. Esa es la nueva experiencia Forza: un juego para todos, ajustable al nivel de simulación que cada jugador pretende experimentar. No puedes cambiar asuntos ajenos a tu auto, como la Inteligencia Artificial, pero sí puedes decidir si los neumáticos se degradarán con el uso, si quieres utilizar el control de estabilización o el de tracción y por supuesto, la línea de manejo óptimo. Estas opciones se conocen como asistencias, y tienen asignado un porcentaje que se agrega al score final de las carreras en la que ganas puntos. Un principiante querrá activar la mayoría, pero conforme se sienta más cómodo al jugar, los desactivará y generará una bonificación mayor al terminar cada carrera.

Las bonificaciones sirven para estimular un mejor estilo de conducción y para aumentar las ganancias del jugador, con lo que se consiguen más experiencias y acceso a mejores vehículos. Al final de cada carrera recibirás dinero en forma de créditos, experiencia para el conductor y puntos de afinidad. Estos últimos pueden ser los más socorridos en el juego, conforme ganas afinidad te harás acreedor a descuentos en partes para vehículos de esa marca, premiando el uso de vehículos de la misma marca y apoyando, una vez más, el acceso a mejores partes para tu auto más pronto. Al subir de nivel también recibirás un auto como premio, como sucede en muchos juegos, la diferencia es que en Forza 4 podrás escoger uno entre varias opciones para seguir aumentando tu afinidad o para seleccionar elementos que se apeguen a tu estilo de juego; además así te aseguras de tener el auto adecuado para el reto que estés por tomar.

Es posible incluso hacer la mayor parte de tu carrera en el mismo auto; el modo de carrera funciona en base a temporadas, la primera incluye cinco carreras, la segunda tiene siete y las consecuentes incrementan la cantidad. Ese Spark con el que inicias en la clase F, puede convertirse en un monstruo de cientos de caballos de fuerza capaz de saltar de 0 a 100 en unos cinco segundos, claro, después de invertir en él mucho dinero y modificarlo como necesites.

Forza está hecho para los amantes de los autos, pero también para que quienes los vean como una forma de trasladarse de un sitio a otro, terminen por amarlos, pues el juego te permite hacer modificaciones en los vehículos que te harán mejorar en las carreras. Te identificarás con él a lo largo del juego a través de una serie de acciones que bien pueden comenzar con darle una mano de pintura, para después aventurarte en montarle una capa de vinil, y más, todo hasta tener un auto del que te costará trabajo desprenderte.