Con controles diseñados desde cero y animaciones con movimientos exclusivos de los jugadores, una presentación similar a la que veríamos en televisión y un roster de atletas legendarios y modernos del deporte. Top Spin 4 cumple con los sueños que muchos esperaban cumplir en una franquicia de tenis.

La franquicia de Top Spin es todo un episodio de telenovela y pasó de ser título exclusivo para Xbox, publicado por Microsoft, a ser parte del roster de Atari y ahora 2K como título multiplataforma, para dejar de ser una experiencia Arcade y convertirse en una simulación seria.

Top Spin 2 fue el primer juego de la franquicia en consolas de esta generación, Top Spin 3 era tan complicado de jugar en su afán de ser una simulación real, que a la fecha nadie quiere recordarlo. Ahora, a casi tres años de ese lanzamiento, que fue tan exitoso como una colisión entre dos trenes, Top Spin 4 llega para intentar lavarle el mal sabor de boca a los seguidores del género con una simulación real y generosa. En ocasiones los juegos se quedan en buenas intenciones, pero en esta ocasión, los desarrolladores cumplieron, casi por completo, con sus metas.

Al crear a tu personaje puedes escoger el rango típico de opciones: las faciales, el tipo de cuerpo, color de piel, ojos y cabello, incluso tatuajes y ropa y hasta tu tipo de swing y comportamiento. Hay pocos modos de juego. Personalmente siempre pensé que el tenis era un deporte al que le pegabas con una raqueta a una pelota... y nada más, pero al comenzar a jugar me di cuenta de que este deporte es algo mucho más profundo.

Lo recomendado es tomar los tutoriales para comprender las distintas estrategias y tipo de golpes que hay, aquí se puede ver que la física del juego es bastante buena; cada tipo de cancha afecta el rebote de la pelota o la velocidad del jugador. Si, por ejemplo, corres hasta un extremo, te arrepentirás al tener que regresar al otro, porque aunque gires de inmediato, el momentum no te permite correr en sentido opuesto tan rápido, así que necesitas tener una estrategia desde el principio.