Pro Evolution Soccer 2015 Xbox 360

Es la primera vez en la trayectoria de su servidor que tiene el privilegio de probar el mismo título 3 veces antes de su lanzamiento, lo cual implica ventajas y desventajas. La reiteración se presta para emitir opiniones más concretas en torno a un producto inacabado, aunque también hay una dosis de prejuicio, especialmente de cara a la última sesión de PES 2015 que fue la semana pasada y a la cual, con franqueza, llegué con la intención de encontrar "las 10 diferencias."

Y en efecto, hubo cuando menos una distinción esencial: el tiempo. A diferencia de E3 y Manchester, mi cita con PES 2015 en México gozó de una tranquilidad inusual que no experimenté en las probadas previas. Lejos estuvieron el bullicio y la sensación de urgencia propias de eventos en el extranjero donde sobra presión, escasea la calma y es difícil saborear los detalles a plenitud.

Otra diferencia es que el más reciente demo correspondió a gamescom 2014 e incluía selecciones nacionales, cuando los anteriores se concentraban en clubes europeos. Cabe acotar que la probada que Konami liberará del juego el 17 de septiembre es distinta a la que pudimos analizar en días recientes.

No pretendo hacer un repaso minucioso y pesado de temas que ya abordé en meses anteriores. Basta decir que PES 2015 corre por primera vez en consolas de nueva generación y, más importante aún, brinda mejores controles que el año pasado, catalogado por propios y extraños como un elemento decepcionante para la serie.

Dejando eso de lado, hubo 2 detalles que capturaron pronunciadamente mi atención ahora. El primero y más llamativo fue el de las transiciones. Por fin pude ver PES 2015 con los interludios cinematográficos que corresponden a una falta o la marcación de un tanto.

Lo que voy a decir a continuación es aventurado, pues el producto aún no sale a la venta, pero tengo la certeza de que PES 2015 marcará un parteaguas en términos de gesticulación y actitud, pues los jugadores manifiestan sus emociones con una naturalidad asombrosa para tratarse de un título deportivo.

Anotar un gol es un momento épico dentro de esta nueva iteración

Anotar un gol ―aún sin narraciones― es un momento épico dentro de esta nueva iteración, puesto que el futbolista responsable proyecta verdadera pasión en su rostro, mientras que los rivales demuestran con naturalidad la amargura de ir perdiendo.

El juego tiene sus momentos raros, especialmente cuando en vez de gritar o lamentarse, los jugadores despliegan acciones sutiles, como diálogo entre ellos. Pero aun así, PES 2015 es un deleite para la mirada, lo que aplica también a la gente en el graderío y a los estadios.

Konami ha mantenido las declaraciones al mínimo durante el último año, consciente de que deberá demostrar con resultados que es digno de recuperar la reputación que alguna vez tuvo; no obstante, si algo ha enfatizado en estas semanas, es que el juego es tácticamente realista, lo que no podría decirse de otros exponentes del futbol virtual.

A menudo resulta complicado percibir sutiles cambios en las líneas de la inteligencia artificial, cuando uno tiene 45 minutos o menos para absorber todo lo que un título deportivo completo ofrece, pero en mi última sesión ocurrió algo que me arrancó una sonrisa de oreja a oreja y que ilustró de manera rápida y contundente dicha autenticidad.

Jugué un Holanda vs. Alemania, por lo que fiel a la costumbre de la Naranja mecánica, traté de desencadenar un contragolpe por una de las bandas. Puse un pase adelantado a uno de mis delanteros que estaba cerca, pero aún no dentro del área grande, cuando de la nada y para mi sorpresa, apareció Manuel Neuer para despejar el esférico como si se tratara de un central adicional.

Sólo el guardameta de Alemania juega su área con tanta audacia ―incluso hay memes que hacen alusión a esto― y verlo en el juego me dejó perplejo, porque hay que ser francos: la verdad es que en los títulos deportivos, este estilo táctico es difícil de distinguir. Sí, algunos jugadores son más rápidos o fuertes que otros, pero eventos como el antes descrito demuestran que Konami ha llevado cuando menos una de sus promesas a la práctica.

También me deleitó ver a Robben correr con la mano erguida como si sostuviera una taza de té mientras elude a los jugadores rivales. Esto ya no es sorpresa, pues desde hace un par de años, PES incorpora una característica de identidad que confiere un nuevo nivel de realismo.

Y para rematar, analicé con más calma el asunto de la maniobrabilidad. El problema con PES es que históricamente se ha sentido más pesado que FIFA y, para colmo, el año pasado el balón no iba pegado al pie y los compañeros no se movían como uno desearía.

La mala noticia es que PES sigue siendo pesado; quizás es un rasgo propio de su carácter de juego táctico, no de arcadia, pero al margen de los motivos, ello contrasta pronunciadamente con lo que año con año presenta su rival. La buena noticia es que el esférico va más pegado al pie, lo que se traduce en precisión y, al final del día, en diversión, sensación que definitivamente no tuvimos en 2014.

Los errores de los guardametas aún ocurren, no son una constante, pero pasan; en nuestra sesión, Buffon hizo el ridículo con un centro que trató de rechazar con puños y el cual terminó incrustándose en su cabaña. También existen algunas anomalías de física, en donde 2 futbolistas quedan atorados. Asimismo, el contacto físico entre jugadores todavía no se siente tan orgánico como debería y la defensa podría ser más precisa, pero ninguno de estos es un detalle determinante ni mucho menos concluyente cuando restan 2 meses para el estreno.

Al final del día y a juzgar por lo que he visto hasta este punto, la saga probablemente se reivindique en 2015 y establezca un nuevo estándar de presentación, resultado de la alianza entre estudios europeos y japoneses. La única inquietud que aún tengo es qué pasará con las modalidades en línea, frente en el que Konami está muy rezagado y el cual resulta esencial para tener éxito actualmente. En lo que llega el 13 de noviembre, te invito a probar el demo a partir de este miércoles para ver si coincidimos o no en las impresiones.