A diferencia de la simulación automovilística seria o de los juegos de carreras que involucran acción y realismo, el género de los go-karts ha tenido una muy lenta evolución, además de no prestarse demasiado a la innovación, y si bien la mayoría de las propuestas agregan algún componente de interés, al final todos están diseñados a partir del mismo molde. Sonic & All-Stars Racing Transformed no escapa de la regla, pero mientras otros exponentes tienden a lo repetitivo o simplemente carecen de identidad, la más reciente aventura sobre ruedas del erizo azul y sus amigos de SEGA apuesta por entregar frescura constante y carisma, para envolvernos en impresionantes pistas que dan pie a una enorme oferta de contenido.

De primera impresión pareciera que Racing Transformed no aporta invenciones relevantes, y a decir verdad, no se aleja demasiado de su predecesor en el hecho de que se rige bajo el mismo formato de pistas, sigue un esquema de control idéntico y recurre a vehículos transformables, la diferencia está en que tomó dichos elementos y los reinventó con ingenio y extendió su funcionalidad.

Pongamos un ejemplo. Tenemos 3 tipos de transformación, una acuática, una terrestre y una aérea que no son meros añadidos estéticos, cada forma tiene un propósito específico y se siente realmente distinta a las otras. Cuando estás sobre el agua, el oleaje altera el desempeño de tu navío e incluso puedes aprovechar una elevación para impulsarte y ganar velocidad; mientras que si tu transporte se convierte en aeronave, tienes completo control de movimiento vertical, lo que brinda libertad al tomar atajos y nuevas rutas, aunque también impone severos desafíos ante tantos obstáculos en el espacio aéreo.

De regreso en tierra, la conducción es la misma que en cualquier título similar, tienes la capacidad de derraparte y entre más tiempo aprietes el botón, mayor el empuje que te da al soltarlo. Por otra parte, debes contemplar la posición en la que caes, ya que puede frenar tu aceleración, y si usas una suerte acrobática en el momento preciso, recibes un aumento momentáneo de velocidad. En pocas palabras, la experiencia de juego cambia radicalmente con cada versión del vehículo, y aparte de que tienes que acostumbrarte a los cambios constantes de manejo, debes aprender a dominar las estrategias específicas de los diferentes tipos de terreno.

Afortunadamente, el control es sumamente preciso, y en nuestra opinión, ese es uno de los atributos indispensables de todo juego de carreras. La respuesta certera te deja con la clara sensación de que los fallos son por falta de habilidad, y no por alguna inconsistencia en la palanca o los botones. Y es que el esquema de manejo es muy accesible; tanto, que para derraparte basta con apretar uno de los gatillos, o si quieres hacer una pirueta, sólo hay que mover el stick secundario en la dirección que deseas ejecutarla.

Siguiendo la tradición de todo juego de su tipo, Racing Transformed es el centro de reunión para un amplio catálogo de pintorescos personajes provenientes de las más celebres franquicias, en este caso de SEGA, lo que significa que además de Sonic y sus memorables amigos, como Tails y Knuckles, también incursionan el diminuto y fornido Gilius de Golden Axe, Vyse de Skies of Arcadia y Beat de Jet Set Radio, entre muchos otros, junto a algunos un tanto desconcertantes como Wreck-It Ralph –que encaja sin problemas con la estética del juego– o la corredora profesional Dana Patrick que, siendo sinceros, hace corto circuito con el tema caricaturesco.

Lo interesante del catálogo es que fuera de las obvias diferencias de tamaño, cada competidor se clasifica según atributos específicos, como capacidad de aceleración, velocidad máxima o estabilidad, con la peculiaridad de que la estadística tiene auténtico valor al momento de correr. Así, un conductor pesado necesita más tiempo para llegar al límite de rapidez, sin embargo, puede ser más fácil de controlar en superficies resbaladizas que a otros concursantes más pequeños. La idea es probar a todos, pues así puedes percatarte de las notables diferencias entre cada uno, pero si eso te parece insuficiente para echarle un ojo al repertorio, tal vez te guste saber que la dinámica de desbloqueables requiere que cumplas objetivos con cada personaje para liberar todas sus características.

No te preocupes, no es una labor tediosa, gracias a que muchos desafíos son fáciles de obtener; además, hay un sistema de progresión que ameniza el tiempo de juego. Este esquema te otorga puntos por cada proeza realizada en la pista, desde llegar en los primeros lugares hasta obtener varios acelerones consecutivos o evitar ser golpeado. Al subir de nivel tu protagonista en ruedas recibe beneficios adicionales que lo hacen mejor corredor, y en consecuencia, le dan ventaja sobre la pista.

Y ahora que estamos con los escenarios, cabe mencionar que las locaciones de esta aventura vehicular de Sonic son simplemente espectaculares. Fuera del cuidado al detalle en la calidad gráfica y del hecho de que la estética es sumamente atractiva, el diseño de las pistas resulta muy creativo e ingenioso. Basta decir que el recorrido es siempre cambiante, y que cada vuelta es completamente diferente a las otras, ya que en un momento puedes volar y al siguiente surcar las corrientes turbulentas de un río. Los atajos cambian, las rutas se modifican y si no te mantienes atento, puedes perder el rumbo fácilmente. Esto, en lugar de ser confuso, brinda un sentido de emoción que se suma a la intensidad de la competencia, creando constantes momentos de acción que difícilmente tienen comparación con otros juegos parecidos.

Sobra decir que en esta celebración automotriz cada personaje aporta escenarios de su franquicia, y mientras algunos son ordinarios en términos visuales, en general presentan una ambientación perfecta para competir. Al final, lo importante es que el catálogo disponible brinda dinamismo constante, tanto por la variedad en sus segmentos como por el hecho de que no hay locaciones idénticas en formato. Siempre que cambies de escenario puedes estar seguro de que vivirás una experiencia refrescante, a lo que se suma la cualidad temática de cada pista, todas carismáticas y con identidad propia. Pero al margen de un tributo a los sinuosos desfiladeros de Panzer Dragoon, a los coloridos laberintos de Super Monkey Ball, a los fantasiosos parajes de Nights Into Dreams o los bélicos portaviones de After Burner, el juego hace honor al pasado de la compañía, como en el caso del nostálgico circuito construido sobre un control de Dreamcast.

Para disfrutar de las múltiples opciones de entretenimiento disponibles, existen varias modalidades, con la virtud de que la mayoría puede jugarse en compañía de otras personas. De entrada, está la campaña, que a manera de organigrama, te pide avanzar cumpliendo tareas específicas, como llegar en cierta posición de la tabla, hacer una cantidad determinada de derrapes o no dejar de acelerar. Conforme cumples los requisitos recibes estrellas y por cada cierto número de preseas, abres camino a más actividades. Por supuesto también puedes correr el clásico Grand Prix, clasificado por copas que incrementan la dificultad paulatinamente. Y claro, no falta la diversidad de minijuegos. Es importante notar que para liberar todo el contenido y accesorios de tus personajes hace falta visitar cada rincón de los recorridos, y si bien puedes abrirte paso en la dificultad más baja, requieres incrementar el nivel de reto para conseguir el 100%.

Hasta este punto, es fácil decir que Sonic & All-Stars Racing Transformed es sencillamente uno de los mejores juegos de carreras de go-karts en la historia del entretenimiento del pixel. Sí, leíste bien, en términos de control o diseño de escenario es hasta más sofisticado que algunas entregas de cierto fontanero comehongos y aún si no podemos decir que es superior, son dignos contendientes. Los problemas que ostenta son mínimos, y si acaso se dan por cuestión tecnológica –o tal vez por errores de programación–; por ejemplo, hay momentos en que el framerate pierde estabilidad cuando hay 5 jugadores al mismo tiempo. Fuera de los ligeros problemas técnicos, la mecánica es impecable, la estética es impactante y la oferta de entretenimiento no pierde sustancia. En definitiva, la calidad y diversión de esta entrega fue para nosotros una muy grata sorpresa.